El Papa Benedicto XVI se reunió este miércoles en La Habana con Fidel Castro, quien en un ambiente de cordialidad le hizo numerosas preguntas, entre ellas: "¿qué es lo que hace un papa, cuál es su misión?". Catorce años después de que el líder de la Revolución cubana se entrevistó con Juan Pablo II durante la visita que realizó a la isla, Fidel Castro estrechó la mano de otro Papa, Benedicto XVI, de quien ya dijo "tiene la cara de un ángel". El encuentro entre el Papa Ratzinger y Castro se produjo en la Nunciatura Apostólica (embajada de la Santa Sede) tras la misa que ofició el Pontífice en la plaza de la Revolución, informó el portavoz vaticano, Federico Lombardi. El coloquio se desarrolló en un ambiente cordial y el Papa y Castro charlaron muy animadamente durante 30 minutos, señaló Lombardi, quien precisó que el comandante tenía mucho interés en conocer el pensamiento de Ratzinger sobre diferentes aspectos y le hizo numerosas preguntas. Así, la primera fue sobre el cambio de la liturgia de la Iglesia Católica y el Papa le explicó a Castro la puesta al día de la misma para afrontar los nuevos tiempos de evangelización. También le preguntó "¿Qué hace un Papa?, ¿cuál es su función?” Benedicto XVI le expresó el sentido de sus viajes por el mundo para confirmar en la fe a los cristianos, así como el servicio de la iglesia a los pueblos. Fidel Castro se interesó por la opinión de Ratzinger sobre las dificultades que afronta el mundo actualmente, la multiplicidad de religiones o la problemática de la ciencia que no logra dar respuesta a todos los problemas de la humanidad. El Papa habló de la dificultad que encuentran los hombres en las sociedades en las que Dios está ausente, así como de la relación entre fe y razón y entre libertad y responsabilidad. En su encuentro, Fidel Castro pidió al Papa que le envíe algunos libros sobre esos temas que tanto le interesan. El expresidente cubano fue recibido en la Nunciatura por el cardenal secretario del Estado vaticano, Tarcisio Bertone, con quien ya se ha visto en otras ocasiones. Mientras llegaba el Papa, Castro dijo a Bertone que "había dos cosas que deseaba ardientemente", las beatificaciones de Juan Pablo II (1 de mayo de 2011) y madre Teresa de Calcuta (19 de octubre de 2003), "porque ambos hicieron mucho por Cuba, especialmente la monja que entregó su vida por los más pobres de los pobres". El Papa dijo a Castro que estaba muy contento por cómo ha sido recibido en Cuba y expresó su "gratitud" por la acogida. Fidel Castro contó a Benedicto XVI que había seguido por televisión todo el viaje del Pontífice a la isla caribeña. En un momento del coloquio se produjo una broma que demostró, según Lombardi, la cordialidad de la cita. Fue cuando Castro bromeó sobre las edades de ambos. El papa tiene casi 85 años y él es un año mayor. El Papa, sonriendo, le dijo: "sí, soy un anciano, pero todavía sigo haciendo mi deber". Fidel Castro acudió a la nunciatura acompañado de su esposa, Dalia Soto, y dos de sus hijos, que también saludaron al Papa y después posaron para los fotógrafos. El martes, Castro había informado que este miércoles se encontraría con el papa Ratzinger. "Gustosamente saludaré mañana miércoles a Su Excelencia el Papa Benedicto XVI, como lo hice con Juan Pablo II, un hombre a quien el contacto con los niños y los ciudadanos humildes del pueblo suscitaba, invariablemente, sentimientos de afecto", escribió en una de sus "Reflexiones". El líder de la Revolución cubana fue quien se animó a pedir el encuentro, cuando supo que al Pontífice "le agradaría ese modesto y sencillo contacto". Fidel Castro considera a Benedicto XVI "una buena persona" y según le dijo hace varios años al actual secretario de Estado vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, cuando este le visitó en la isla, tiene "la cara de un ángel". Ya en aquella ocasión, el líder cubano pidió a Bertone que trasladase al papa su invitación para visitar la isla. El 22 de enero de 1998 Fidel Castro recibió en La Habana a Juan Pablo II, con quien ya se había reunido en el Vaticano el 19 de noviembre de 1996. El encuentro, que levantó una gran expectativa, duró en aquella ocasión 50 minutos. Fidel Castro se encuentra retirado del poder desde 2006, cuando una grave enfermedad le obligó a delegar al poder en su hermano Raúl que asumió definitivamente la presidencia del país en 2008. El expresidente cubano se mantuvo apartado de la vida pública durante cuatro años pero en el verano de 2010 comenzó a reaparecer en algunos actos, casi siempre relacionados con sus inquietudes sobre los riesgos que amenazan al planeta y la humanidad, tales como una eventual guerra nuclear o el cambio climático. EFE