Un alto funcionario israelí confirmó el lunes la disolución del gabinete de guerra en Israel, creado tras los ataques sin precedentes del 7 de octubre del movimiento islamista palestino Hamás, tras la dimisión la semana pasada del centrista Benny Gantz.
La prensa local informó horas antes que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció la disolución de este grupo durante una reunió del gabinete de seguridad el domingo 16 de junio.
El funcionario israelí, que requirió el anonimato, confirmó la disolución del grupo y precisó que el gabinete de seguridad tomaría “las decisiones sobre las cuestiones relacionadas con la guerra”.
El gabinete de seguridad, que incluye al ministro de Defensa Yoav Gallant, el ministro de Asuntos Estratégicos Ron Dermer y el consejero de Seguridad Nacional Tzachi Hanegbi, es el principal órgano de decisiones sobre los temas vinculados a la guerra con Hamás.
Gantz, líder del partido de Unión Nacional (centre) abandonó la coalición gubernamental hace una semana, y con él se fue también Gadi Eisenkot. “Cuando [Gadi] Eisenkot y [Benny] Gantz se sumaron al gobierno, fue bajo la condición de que formarían el gabinete de guerra”, señalaron fuentes cercanas al caso.
“Ahora que se fueron, ya no es necesario. Esto significa que el gabinete de seguridad, que es de hecho el órgano a cargo de tomar las decisiones, se reunirá más a menudo”, insistieron estas fuentes.
Pero, según la prensa, esta medida está destinada a acabar con los intentos de los ministros de extrema derecha Ben Gvir y Bezalel Smotrich para participar en el gabinete de guerra desde el inicio del conflicto.
La disolución se había anticipado, ya que el Ministro de Seguridad Nacional de extrema derecha, Itamar Ben Gvir, ha estado presionando para ser agregado al foro, algo que Netanyahu ha evitado, según el Israel Times.
Ahora se espera que Netanyahu celebre consultas sobre la guerra de Gaza con un pequeño grupo de ministros, entre ellos el ministro de Defensa, Yoav Gallant, y el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, que habían estado en el gabinete de guerra.
La administración del presidente Joe Biden está presionando para que se alcance un acuerdo de alto el fuego que, según afirma, cuenta con el respaldo del primer ministro, Benjamin Netanyahu, pero que ha provocado la furia de algunos de los aliados de extrema derecha del líder israelí. En una respuesta formal esta semana, el grupo militante palestino Hamás no aceptó el plan y presentó contrapropuestas en varios puntos.
La guerra se desencadenó el 7 de octubre por el ataque lanzado por Hamás desde Gaza contra el sur de Israel, que causó la muerte de 1.194 personas, la mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales israelíes. De las 251 personas secuestradas, 116 siguen retenidas como rehenes en Gaza, 41 de ellas muertas, según el ejército.
En represalia, el ejército israelí lanzó una ofensiva a gran escala en Gaza que dejó 37.296 muertos, la mayoría civiles, según el ministerio de Salud del territorio palestino, gobernado por Hamás desde 2007.
Con información de AFP*