El ex primer ministro y magnate Silvio Berlusconi, líder de uno de los partidos que integran la coalición de derechas vencedora el domingo de las elecciones legislativas en Italia, fue reelegido a los 85 años al Senado, del que había sido expulsado en 2013 por fraude fiscal.
El anciano líder conservador fue elegido en Monza (norte), donde posee un equipo de fútbol de la Serie A, bajo la bandera de su partido Forza Italia, que obtuvo el 8 % de los votos frente al 26 % del partido posfascista Hermanos de Italia de Giorgia Meloni.
Una victoria con dulce sabor de venganza para el multimillonario, apodado el “inmortal”, por su larga permanencia en la política, tras haberse lanzado en 1994.
Su actual compañera Marta Fascina, de 32 años, fue elegida diputada de una región que apenas conoce, según ella misma confesó.
El tres veces primer ministro, que calificó su exclusión del Senado en 2013 de “día de luto para la democracia”, puede regresar a la primera línea de la política gracias a que su inhabilitación se venció en 2018.
Para su novena campaña electoral, quizá la última, realizada principalmente en las redes sociales, conquistó 600.000 seguidores en TikTok, la red social de las generaciones más jóvenes, con sus chistes de abuelo.
En un video visto más de un millón de veces, se detiene para presumir de haber matado una mosca y en otro bromea sobre robarles las novias a los chicos de 18 años.
“Siempre he sido el número uno”, proclama con una sonrisa paterna, la misma con la que suele tratar a sus dos socios de la coalición, Giorgia Meloni, de 45 años, gran ganadora de las elecciones, y el líder de la Liga Antiimmigración, Matteo Salvini, de 49 años.
Pese a sus evidentes problemas de salud, a los escándalos sexuales y a la condena penal, el multimillonario político se propone como el gran mediador de la coalición derechista al defender el europeísmo frente a Salvini y Meloni, conocidos por su euroescepticismo.
Giorgia Meloni, aliada de Berlusconi
La victoria en las elecciones legislativas de la posfascista Giorgia Meloni, a la cabeza de una coalición de derechas y desde el partido Hermanos de Italia, es el primer paso para la formación de un nuevo gobierno que intentarán conformar ahora, entre ella y sus aliados Matteo Salvini de la Liga (de ideas antiinmigración) y Silvio Berlusconi de Forza Italia (de ideas de derecha).
El recuento de los votos confirmó el lunes la clara ventaja de Meloni, que obtuvo más del 26 % de los votos. Su partido se convirtió en el primero del país, delante del Partido Demócrata (PD de centroizquierda) de Enrico Letta (19 %). Con La Liga y Forza Italia, la coalición de Meloni tendrá una mayoría absoluta.
Se dice que Berlusconi, quien está a menos de una semana de cumplir 86 años, añadirá un tinte europeísta a la coalición de Meloni, la primera mujer en llegar a ese cargo en Italia y cuya legislatura debería durar, en teoría, cinco años. Berlusconi obtuvo en las elecciones de 2018 un 14,4 % en las elecciones, pero en las últimas se quedó con el 8,28 %; de todos modos, el hecho de ser parte de los ganadores le da un sabor a victoria.
Berlusconi había sido condenado en 2012 a cuatro años de prisión por fraude fiscal, obtuvo de tres a cinco años de inhabilitación y debió pagar una multa de $10 millones de euros por fraude fiscal en el llamado caso Mediaset, su grupo audiovisual. En este escándalo quedó claro que Berlusconi y su equipo realizaron compraventas de los derechos de transmisión de películas estadounidenses, aumentando artificialmente el precio real de los derechos para evadir dinero al fisco y hacerlo llegar a cuentas del ex primer ministro, en el extranjero.
*Con información de la AFP.