Los jefes de Estado y Gobierno de las siete naciones más poderosas del mundo se reunirán en Japón para participar de la cumbre del G7, que tendrá como eje central la guerra entre Rusia y Ucrania.
Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá son los países que representan esta importante cumbre, la cual ha desplegado más de 24.000 efectivos de seguridad para resguardar el evento que tendrá lugar en la ciudad de Hiroshima.
Esta ciudad, que es vestigio histórico de la utilización de armas nucleares en un conflicto, recibirá a las principales delegaciones y acogerá durante tres días importantes reuniones bilaterales entre sus asistentes, así como visitas a diferentes lugares históricos y homenajes simbólicos.
Los líderes del G7 comenzaron a llegar a Japón para una cumbre centrada en debatir un endurecimiento de las sanciones contra Rusia y evaluar medidas de protección frente la “coerción económica” de China.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó a Hiroshima y se convirtió en el segundo mandatario de su país, después de Barack Obama, en visitar esta ciudad arrasada por una bomba atómica lanzada por Washington en 1945.
La invasión rusa contra Ucrania es un tema prioritario de la cumbre, en un momento en el que Kiev ha sufrido bombardeos y tras meses de feroces combates en Bajmut, en el este, y en otras ciudades en la línea de frente.
“Nosotros resguardamos los valores compartidos incluyendo el apoyo al pueblo de Ucrania que defiende su soberanía territorial y lucha para que Rusia sea responsabilizada por su brutal agresión”, dijo Biden al reunirse con Kishida.
Estados Unidos y sus aliados han enviado armas a Ucrania para apuntalar sus defensas, pero la anunciada contraofensiva de Kiev aún no se ha concretado.
Las relaciones con China, la protección del medio ambiente o el desarme nuclear se colarán entre los temas a debatir, si bien Ucrania ocupará un papel destacado. De hecho, se espera un discurso del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que ya ha participado previamente en otros foros similares, invitado por algunos de sus principales aliados internacionales.
El jefe del Gobierno alemán, Olaf Scholz, dijo a la prensa que el tema es evitar que las sanciones sean eludidas. “Creo que esta cuestión se va a resolver muy bien y de una forma muy pragmática”, afirmó el canciller.
Por su parte, un funcionario de la UE informó que se debatirán un bloqueo contra la exportación de diamantes rusos, un comercio que sumó cinco mil millones de dólares en 2021.
Biden llega en medio de una pugna sobre el tope del endeudamiento estadounidense, que si no se resuelve antes de junio generaría una inédita moratoria de la deuda soberana.
Fue el mismo Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, quien confirmó que los líderes tendrán acercamientos para discutir de manera colectiva la posibilidad de implementar más sanciones contra Rusia y de los pasos para reforzar dichos castigos.
Sullivan, sin embargo, ha descartado de antemano que Biden pueda aprovechar el simbólico marco del G7 para disculparse en nombre de Estados Unidos por el lanzamiento de la bomba nuclear sobre Hiroshima en 1945. “No es un momento bilateral”, ha alegado el asesor, que se ha limitado a aludir a la participación del presidente en los actos de homenaje a víctimas.
Las reiteradas amenazas de Putin de usar armas nucleares han sido condenadas por el G7 y desestimadas por algunos analistas, que creen que buscan socavar el apoyo internacional a Ucrania. Se espera que las conversaciones sobre China estén centradas en los esfuerzos para proteger a las economías del G7 mediante una diversificación de las cadenas de suministro y los mercados.
En sus disputas con países como Australia y Canadá, el presidente chino, Xi Jinping, se ha mostrado dispuesto a bloquear o frenar el comercio y establecer gravámenes con poca antelación y sin explicaciones.
*Con información de AFP y Europa Press.