Joe Biden no se aparta de la carrera presidencial. En su esperada conferencia de prensa dijo que quiere “completar el trabajo” que empezó y que es la persona más “cualificada” para ser presidente de los Estados Unidos.
La rueda de prensa era una prueba de fuego. Y el primer mandatario no la pasó del todo. No hubo errores enormes, pero sí muchos titubeos y confusiones. Una de ellas asegurar que Kamala Harris era la vicepresidenta de Trump.
El presidente dice que quiere “disipar los temores” de los demócratas. “Estoy decidido a lanzarme a la contienda, pero creo que es importante que realmente disipe los miedos y les digo que me vean ahí fuera”, detalló.
En la rueda de prensa, más que hablar de los grandes temas del mundo, se dedicó a defender su capacidad de dirigir el país más poderoso del mundo. “Si creen que debo volver a hacerme un examen neurológico, lo haré. Pero ahora nadie me sugirió eso”, aseguró.
Por ejemplo, dice que “no es cierto” que tenga que acostarse a las ocho de la noche. “En lugar de comenzar el día a las 7:00 de la mañana y de acostarme a medianoche, sería más inteligente de mi parte reducir un poco el ritmo”, añadió en la rueda de prensa. “No importa lo que haga, nadie estará satisfecho”, aseguró.
Varias veces tuvo que contestar que no está pensando en retirarse.
Trump, mientras tanto, se burló en directo de Biden. “¡Buen trabajo, Joe!”, dijo el expresidente en su red Truth Social. Ambos deben enfrentarse en las elecciones presidenciales de noviembre. Sobre el magnate, el presidente también se refirió así: “Mi predecesor ha dejado claro que no tiene ningún compromiso con la OTAN. Ha dejado claro que no sentiría ninguna obligación de honrar el artículo 5″.
Sobre Kamala Harris aseguró que está “cualificada para ser presidenta...Por eso la elegí”, mencionó en la rueda de prensa.
Hollywood le da la espalda a Biden
¿Qué pasaría si Hollywood, pilar financiero de los demócratas, corta el apoyo a Joe Biden? El temor se instaló en el ambiente luego de que George Clooney y otros ricos donantes pidieran públicamente al presidente estadounidense desistir de la reelección. “Amo a Joe Biden pero necesitamos otro candidato”, escribió el actor, director y productor en un artículo publicado en el periódico The New York Times.
El texto causó conmoción, dado que Clooney venía de participar hace tres semanas en una gala de recaudación de fondos en Los Ángeles que levantó 30 millones de dólares para Biden. Más allá del impacto psicológico de las palabras del conocido aliado cuando faltan menos de cuatro meses para la elección presidencial, se sumó la preocupación debido al rol de la industria en el financiamiento de la campaña Demócrata.
“Si todos estos grandes donantes se retiran, Biden se hundirá”, dijo Steve Ross, profesor de Historia en la Universidad del Sur de California y autor de un libro sobre la influencia de Hollywood en la política estadounidense. En momentos cuando Biden lucha por mantener a flote su candidatura luego de su pobre desempeño en el debate presidencial frente al aspirante republicano, Donald Trump, la de Clooney no es una voz aislada en la meca del cine.
Tras la televisada debacle del 28 de junio, Biden ha perdido apoyos. El cofundador de Netflix Reed Hastings, la nieta de Walt Disney, Abigail, y el famoso agente Ari Emanuel -cuyo hermano Rahm es el antiguo jefe de gabinete de Barack Obama- anunciaron que retirarán su apoyo económico a Biden. Otras celebridades como el escritor Stephen King, el cineasta Rob Reiner y el actor John Cusack también han hecho públicos sus llamados a Biden a abandonar la campaña.
Aunque los millones generados por la industria del entretenimiento estadounidense son esenciales para ambos partidos, el corazón y la cartera de Hollywood han favorecido a los demócratas durante las últimas tres décadas. Bill y Hillary Clinton, por ejemplo, contaron con este apoyo cuando se lanzaron por la Casa Blanca.
Barack Obama se benefició de la influencia de la reconocida presentadora Oprah Winfrey, quien en 2007 organizó una cena para promocionar a quien entonces era un senador. En la última campaña, en 2020, la industria del entretenimiento donó 104 millones de dólares a los demócratas, y 13 millones a los republicanos, según la organización Open Secrets. Pero en un pasado distante, la ciudad de oro era roja.
En los años de 1980, el republicano Ronald Reagan, un actor convertido en presidente, contó con el apoyo de estrellas como Frank Sinatra, y fue beneficiario de las arcas de la industria. “Hollywood comenzó como una base conservadora para el partido republicano”, explicó Ross. “Cuando Louis B. Mayer se hizo cargo de los estudios MGM a finales de los años 1920, los convirtió en una máquina publicitaria para el Partido Republicano y recaudó enormes cantidades de dinero”.
Pero después, los cuatro hermanos a cargo de Warner Bros. respaldaron al demócrata Franklin D. Roosevelt en los años 1930 con su estudio y sus estrellas, y equilibraron la balanza. Según Ross, la elección de John Kennedy en 1960 fue el punto de inflexión, cuando se puso fin en la industria a la caza de brujas de actores sospechosos de ser comunistas.
Pero, ¿tiene Hollywood realmente el poder de hacer que Joe Biden se retire?. El editorial de Clooney “aumenta la presión” para Biden, dijo Steven Maviglio, un asesor demócrata con experiencia en el gobierno. Pero “es un fenómeno temporal”, agregó. “Si el Presidente decide seguir y queda claro que la elección será entre Biden y Trump, Hollywood volverá a su posición inicial y apoyará a Joe Biden”, dijo.
Maviglio sostiene, sin embargo, que las cosas podrían adquirir otro tono si un peso pesado como el productor Jeffrey Katzenberg se pronuncia. El exjefe de Disney y cofundador del estudio DreamWorks organizó la gala en la cual Clooney y Julia Roberts participaron a mediados de junio en Los Ángeles. “Él es el motor que impulsa la maquinaria”, dijo Maviglio. “Si él se detiene, eso sería significativo”.
*Con información de AFP