El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció este lunes un paquete de medidas como respuesta a la oleada de protestas desatada desde hace unos días en Cuba, por lo que le ordenó al Departamento de Estado analizar un incremento en el número de trabajadores en la Embajada de los Estados Unidos en la capital de la isla, junto con la conformación de un equipo de trabajo que considerará las remesas para las familias cubanas.
Estas nuevas acciones, que llevará a cabo la administración Biden, muestran la intención de la Casa Blanca de tomar acciones y de revisar su postura frente a Cuba, lo cual fue una promesa de campaña del actual jefe de Estado.
No obstante, las acciones tomaron mayor velocidad debido al estallido que se generó en la isla por el levantamiento antigubernamental durante la semana pasada, que dejó como consecuencia muchos heridos y al menos un muerto confirmado.
“Bajo la dirección del presidente Biden, Estados Unidos está aplicando activamente medidas que apoyarán al pueblo cubano y harán que el régimen cubano rinda cuentas”, aseguró un alto funcionario de la administración a McClatchy y al Miami Herald.
“La administración formará un Grupo de Trabajo de Remesas para identificar la forma más efectiva de hacer que las remesas lleguen directamente al pueblo cubano”, puntualizó.
De igual manera, dijo que el Departamento de Estado “revisará la planificación para aumentar la dotación de personal de la Embajada de Estados Unidos en La Habana para facilitar la participación diplomática, consular y de la sociedad civil, y una postura de seguridad adecuada”.
Vale la pena recordar que hasta hace unos días, la respuesta del mandatario estadounidense “decepcionó” a los manifestantes, pese a que la mayoría de los ciudadanos de ese país celebraron la llegada del candidato demócrata a la Casa Blanca, tras la tensión en las relaciones durante la administración de Donald Trump.
“Obviamente ha decepcionado a muchos (cubanos) que esperaban, no que volviera a las políticas (de Barack) Obama, sino que revertiría las medidas más crudas de Trump”, dijo en diálogo con la AFP el académico y exdiplomático cubano, Carlos Alzugaray.
Por su parte, el argumento del gobierno cubano para explicar las históricas manifestaciones del 11 de julio, fue que se orquestó una campaña en Twitter desde los Estados Unidos para desestabilizar el régimen.
“Tengo pruebas irrebatibles de que la mayoría de los usuarios que participaron en esta campaña se encontraban en EE. UU., y que utilizó sistemas automatizados para la viralización de los contenidos, sin ser penalizados por la red social Twitter”, aseguró el martes el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez.
Para el ministro, estas protestas, en las que miles de cubanos se manifestaron al grito de “libertad”, “tenemos hambre” y “abajo la dictadura”, no fueron un “estallido social”, sino el resultado de una “guerra de comunicación y de información contra Cuba”.
¿Y el gran culpable? La etiqueta #SOSCuba, lanzada a comienzos de julio para alertar sobre la grave situación sanitaria en la isla, que enfrenta un aumento de los casos de coronavirus y demanda ayuda humanitaria desde el exterior.
Para Julián Macías, español experto en redes sociales, invitado el martes a un programa de la televisión estatal cubana, hay muchos números extraños alrededor de esta palabra clave. “Entre el día 5 de julio, cuando se empezó a usar el hashtag #SOSCuba, y el 8, se pusieron unos 5.000 tweets con esta mención”, le explicó Macías a la AFP.
Y no paró de crecer: 100.000, el día 9; 500.000, el 10; 1,5 millones, el 11; dos millones, el 12, explicó, después de un análisis.
Las cuentas que utilizan esta etiqueta “son de muchos sitios, y para mí hay una red internacional de cuentas relacionadas con un espectro ideológico”, pues “son las mismas cuentas que participaron en las campañas para atacar a AMLO (el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador), el gobierno de Argentina y el gobierno español”, todos de izquierda.
Según él, se trata de cuentas falsas o cuentas automatizadas utilizadas para publicar un gran número de tuits.
Doug Madory, director de Análisis de Internet en la sociedad tecnológica Kentik, se mostró escéptico sobre la teoría oficial: “¿Alguien envía un tweet en Estados Unidos que lanza a la gente a la calle en Cuba? (...). Me cuesta creerlo”.
“No sé si uno podría sentarse y tratar de crear una campaña en Twitter que tenga una influencia tal sobre el cubano promedio que, de la nada, lo convenza de hacer cosas que de otra manera no hubiera hecho”, agrega.
Aunque reconoce la existencia de los tuits automatizados en las campañas, el experto dice que “es probable que esto también lo haga el gobierno cubano”, algunos de cuyos seguidores son sorprendentemente idénticos en sus tuits.
Madory recuerda que frente a esto las autoridades disponen de un “arma formidable” a su disposición: cerrar el grifo. De hecho, desde el mediodía del domingo hasta la mañana del miércoles, el internet móvil fue inaccesible.
Empezó a regresar el miércoles de manera inestable y sin acceso a las redes sociales, pero el jueves se restablecieron completamente.
Aunque el gobierno no confirmó que había restringido internet y se limitó a subrayar su “derecho a defenderse”, una presentadora de la televisión estatal dio la noticia la noche del martes. “Entiendo como periodista, aunque me dañe, la medida del corte de las redes sociales, porque es el área donde se está organizando la guerra contra Cuba”, añadió.