El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se comprometió a ayudar a organizar los esfuerzos para “reconstruir Gaza” y dijo que la creación de un estado palestino junto a Israel es la “única respuesta” al conflicto.
“Necesitamos una solución de dos estados. Es la única solución”, aseguró el mandatario durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca con motivo de la visita del presidente de Corea del Sur.
Asimismo, le pidió a Israel ponerles fin “a las peleas entre comunidades” en Jerusalén, que estuvieron en el origen de los enfrentamientos de los últimos días.
“No hay ningún cambio en mi compromiso con la seguridad de Israel, punto, ningún cambio, en absoluto”, afirmó sin embargo, y agregó que “no habrá paz” hasta que la región reconozca “inequívocamente” la existencia de Israel.
“Pero les digo en qué hay un cambio. El cambio es que todavía necesitamos una solución de dos estados. Es la única respuesta, la única respuesta”, insistió el presidente estadounidense.
La idea de una solución de dos estados, con un estado palestino soberano junto a Israel y con Jerusalén como capital compartida, ha sido la piedra angular de décadas de diplomacia internacional destinada a poner fin al conflicto palestino-israelí.
Pero la política estadounidense bajo el gobierno Donald Trump fue criticada por ser proisraelí e ignorar a los palestinos.
Un plan de paz para el Medio Oriente ideado por Jared Kushner, asesor y yerno de Trump, fue anunciado como una solución de dos estados.
Pero ese plan preveía un estado palestino con una soberanía limitada y cuya seguridad estaba en manos de Israel. La propuesta fue rechazada de plano por los líderes palestinos.
Alto el fuego
Sin aviones de combate ni alertas de cohetes, la calma regresó este viernes a la Franja de Gaza y a Israel tras la entrada en vigor de un alto el fuego, todavía frágil, entre múltiples promesas de ayuda a la reconstrucción del enclave palestino devastado por 11 días de conflicto.
Nuevos choques entre fieles palestinos y agentes israelíes estallaron no obstante en la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar más sagrado del Islam, en Jerusalén Este, el sector palestino de la Ciudad Santa ocupado por Israel.
Enfrentamientos similares hace unas dos semanas fueron el detonante de la escalada de violencia que opuso al ejército israelí y al movimiento islamista Hamás, que se saldó con la muerte de 243 palestinos, incluyendo 66 menores, según las autoridades gazatíes; también de 12 personas en Israel, incluyendo un niño, una adolescente y un soldado, según la policía.
Otros incidentes estallaron en barrios de Jerusalén Este y en el paso fronterizo de Qalandiya entre Jerusalén y la Cisjordania ocupada, explicó la policía.
“Cumplimos los objetivos, es un éxito excepcional”, afirmó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, comentando la ofensiva militar israelí contra el territorio de Gaza, gobernado por Hamás desde 2007 y en el que viven unos dos millones de palestinos.
“Más de 200 terroristas, entre ellos 25 con rango”, murieron durante la ofensiva, afirmó Netanyahu.
El jefe del buró político de Hamás Ismail Haniyé saludó por su lado una “victoria estratégica” para su movimiento: “Asestamos un golpe duro y doloroso que dejará marcas profundas en la entidad” israelí.
Haniyé les dio las gracias a Egipto, que actúa como mediador, a Catar “por su papel político y diplomático”, a la ONU y a Irán, “que suministró financiamiento y armas al movimiento”.
La tregua, que entró en vigor el viernes a las 02H00, se logró principalmente por la mediación de Estados Unidos y de Egipto.
Desde las “02H00 no se detectó ningún disparo y los aviones [del ejército] volvieron a sus bases”, indicó el ejército israelí.
Con información de AFP