El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le comunicó a su predecesor en la Casa Blanca Barack Obama, de quien fue ‘número dos’, que prevé presentarse a la reelección en los comicios de 2024, a pesar de su avanzada edad, según fuentes citadas por el portal The Hill.

El futuro político de Biden ha sido motivo recurrente de especulaciones antes incluso de imponerse en las elecciones de 2020, puesto que al tomar posesión ya se convirtió en el presidente de más edad en hacerlo, 78 años. Si se presenta de nuevo y sale victorioso, tendría 82 años en enero de 2025.

Ya en marzo, durante una rueda de prensa, Biden había mencionado que sería “muy afortunado” de poder repetir en 2024 con Donald Trump como rival en el frente republicano, y el presidente ya habría comenzado a trasladar este deseo a su círculo más cercano, incluido Obama.

“Cree que es el único que puede derrotar a Trump”, dijo una de las fuentes citadas por The Hill, a pesar de que la popularidad de Biden ha caído en los últimos meses.

Según un sondeo publicado la semana pasada por CNBC, solo un 38 % de los estadounidenses respalda su gestión.

Parte de los demócratas dudarían de las posibilidades de la vicepresidenta, Kamala Harris, a pesar de que ya se vio a la antigua senadora como potencial candidata presidencial cuando Biden la eligió como compañera de fórmula.

Harris ha esquivado por ahora las preguntas sobre esto y en una entrevista a NBC aseguró este año que no quería entrar en “cotilleos de instituto” (rumores de pasillo) sobre las futuras elecciones. Asimismo, afirmó que no había hablado del tema con Biden.

Biden y Obama equipo por un día

El pasado 5 de abril, Biden y Obama volvieron a reunirse con la visita del expresidente al que fuera su vicepresidente en la Casa Blanca. El objetivo del encuentro era intentar recuperar la fuerza demócrata antes de las elecciones de mitad de mandato.

El ambiente fue a la vez nostálgico, festivo y humorístico en el reencuentro del viejo equipo.

“Bienvenido de vuelta a la Casa Blanca. Se siente como en los viejos tiempos”, le dijo Biden a su antiguo jefe en una abarrotada Sala Este, en la que entraron juntos en medio de una gran ovación del personal y los miembros del Congreso.

Según un sondeo publicado la semana pasada por CNBC, sólo un 38 % de los estadounidenses respalda su gestión. (Foto de Olivier Douliery-Pool/Getty Images) | Foto: Getty Images

Para Obama, esta fue la primera vez que pisa los pasillos reverenciados y las salas históricas desde que se fue hace cinco años, tras entregar el poder a Donald Trump y dar paso a un periodo de agitación política sin precedentes en los tiempos modernos.

“Vicepresidente Biden”, dijo Obama al tomar el micrófono, antes de corregirse entre risas, diciendo que “eso era una broma”.

Biden prolongó el chiste presentándose como “el vicepresidente de Barack Obama”.

Para el actual mandatario, quien sirvió por dos mandatos como adjunto al primer presidente negro de EE.UU. antes de salir de su retiro e impedir a Trump la reelección, este fue también un momento conmovedor.

Rodeado por los efectos de la pandemia de la covid-19, la inflación galopante, una oposición republicana fuertemente obstruccionista y la invasión rusa de Ucrania, el mandatario ha tenido más de un año para conocer las dificultades reales del puesto.

La consigna para la reunión en la Casa Blanca fue un acontecimiento político relativamente feliz: el 12º aniversario de la puesta en marcha de la Ley de Asistencia Asequible, un destacado logro de Obama en ámbito doméstico.

Conocido popularmente como Obamacare, el plan de asistencia sanitaria subvencionada amplió el acceso a los servicios médicos a millones de personas en un país en el que muchos no tienen condiciones financieras para visitar al médico y al dentista y corren el riesgo de caer en la bancarrota por los costos de las operaciones de urgencia.

Los republicanos han hecho reiterados y feroces intentos de eliminar un plan que denuncian como socialismo, pero el Obamacare, que busca asegurar asistencia médica a los estadounidenses, ha sobrevivido a la mayoría de los ataques y, bajo el mandato de Biden, se ha visto ampliado.

“A pesar de las grandes dificultades, Joe y yo estábamos decididos. Tenía la intención de conseguir la aprobación de la asistencia sanitaria aunque me costara la reelección, algo que por un tiempo parecía que iba a ser así”, dijo Obama.

Con información de Europa Press y AFP