Joe Biden, presidente de Estados Unidos, llegó este viernes en la madrugada a Roma para su primera reunión como mandatario con el papa Francisco, antes de que se celebre la cumbre del G20 en la capital italiana.
El jefe de Estado hablará y compartirá sus posiciones sobre el medioambiente, la pobreza y la pandemia de la covid-19 con el sumo pontífice, con el que se había encontrado en tres ocasiones anteriores como vicepresidente.
“Discutirán de cómo trabajar juntos en iniciativas basadas en el respeto de la dignidad humana fundamental, incluida la eliminación de la pandemia, la lucha contra el clima y la compasión con los pobres”, precisó la Casa Blanca mediante un comunicado de prensa.
Este será el tercer presidente estadounidense con el que se reúna Francisco, quien en el pasado pudo dialogar con otra figura tan popular como él: Barack Obama, con quien trabajó y dialogó sobre temas fundamentales para ambos, como la lucha contra el cambio climático, la pobreza y la migración.
De igual manera, tuvo la posibilidad de recibir al presidente Donald Trump, de quien cuestionó su cristianismo en reiteradas ocasiones debido a sus políticas antimigratorias, y con quien tuvo grandes diferencias por sus posiciones sobre los más necesitados y el cambio climático, algo que siempre negó el exmandatario republicano.
Ahora con Biden, con quien también comparte varios intereses, también se hablará de la relación que mantiene el presidente con los obispos más conservadores de Estados Unidos, quienes lo han señalado por varios temas, algo que también le ha ocurrido a Francisco debido a sus ideas liberales.
De acuerdo con The New York Times, la política ha socavado la estructura de la Iglesia en el país, debido a que hay muchos prelados que han tomado posición en este sentido, mientras que Francisco ha luchado por abrir la Iglesia católica a corrientes mucho más modernas y liberales, como en cuanto a los derechos de la comunidad LGTBI o el aborto.
Jen Psaki, portavoz oficial del mandatario, también señaló que será un encuentro bastante “cálido”. Asimismo, recordó que el presidente Biden, ferviente católico, se apoyó en su fe para afrontar las grandes tragedias de su vida: la muerte accidental de su primera esposa y luego el deceso de su hijo Beau, producto de un cáncer.
Biden, quien viaja acompañado por su segunda esposa Jill, casi nunca falta a la misa dominical y sus posiciones en algunos temas resultan más afines con el papa argentino que las de su predecesor Donald Trump. La charla se llevará acabo en la biblioteca privada del palacio apostólico antes de la cumbre del G20.
Pese a que el demócrata es el segundo mandatario católico después de John F. Kennedy (1961-1963), la Iglesia estadounidense, muy dividida, ha comenzado una ofensiva para privar de la comunión a los líderes políticos que apoyan el aborto, entre ellos el mismo Biden. El dirigente se dirigirá después a Glasgow (Reino Unido) para participar en la importante cumbre climática de las Naciones Unidas COP26.
El aborto, un tema delicado
Las posiciones de ambos resultan muy disímiles. El papa Francisco llegó recientemente a tildar la interrupción voluntaria del embarazo de “asesinato”, pero al mismo tiempo se distanció de la iniciativa de los obispos estadounidenses contra los políticos que apoyan el derecho al aborto.
“La comunión no es un premio para los perfectos, la comunión es un don, es un regalo, y el que no puede tomar la comunión es el que no está dentro de la comunidad”, explicó el su pontífice en septiembre pasado tras ser interrogado sobre este tema.
Biden, de igual manera, deberá reunirse con el jefe del gobierno italiano, Mario Draghi, quien será el anfitrión de la cumbre del G20, y el expresidente del Banco Central Europeo, el cual despierta mucha curiosidad en Estados Unidos por sus proyectos de reforma.