El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se reúne el sábado en Amán con el rey Abdalá II de Jordania y con cinco cancilleres de países árabes después de una infructuosa visita a Israel para pedir “pausas humanitarias” en la guerra contra Hamás.
Blinken, que llegó el viernes por la noche a Amán, había defendido ante el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, la idea de establecer “pausas humanitarias” para favorecer la liberación de los rehenes capturados por Hamás y permitir la distribución de ayuda a la Franja de Gaza.
Pero el dirigente israelí rechazó cualquier “tregua temporal sin la liberación de los rehenes” a manos de Hamás.
En su ataque del 7 de octubre que desencadenó la guerra, los milicianos del grupo islamista secuestraron a unos 240 rehenes y mataron a más de 1.400 personas, en su mayoría civiles, según las autoridades israelíes.
De su lado, el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza controlada por Hamás dijo que más de 9.220 personas, en su mayoría mujeres y niños, murieron por los bombardeos israelíes sobre el asediado territorio.
Abordar la guerra
Jordania informó el viernes que los ministros de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Catar, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y la propia Jordania, además de Blinken y un representante de la Autoridad Palestina, se iban a reunir para abordar la guerra.
El viaje de Blinken, su segundo a Oriente Medio desde el estallido de la guerra, se produce entre temores internacionales de una expansión del conflicto.
El Ministerio de Relaciones Exteriores jordano dijo en su comunicado que las conversaciones se iban a centrar en las “repercusiones (...) de la peligrosa escalada que amenaza la seguridad en la región”.
Jordania convoca a su embajador en Israel
Jordania comparte frontera con Israel y Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967, donde también aumentó la violencia desde el estallido de la guerra en Gaza.
En 1994, Jordania se convirtió en el segundo Estado árabe en firmar la paz con Israel, después de Egipto en 1979.
Pero el reino convocó el miércoles a su embajador en Israel en protesta por los ataques en Gaza. Israel dijo que lamentaba su decisión.
En una llamada reciente con el presidente estadounidense, Joe Biden, el rey Abdalá subrayó la necesidad de un alto el fuego en Gaza para poder entregar ayuda a su población.
Aumento del antisemitismo y la islamofobia en el último mes
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, expresói este sábado su preocupación por el “drástico repunte” de los discursos de odio y la discriminación a nivel mundial. En particular, por el aumento del antisemitismo y la islamofobia, que vincula con la actual escalada de tensiones en Oriente Próximo por el conflicto abierto entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
“El impacto de esta crisis ha sido dramático, a nivel regional y global”, lamentó Turk, en un comunicado en el que ha denunciado la tendencia a “deshumanizar” tanto a los judíos como a los palestinos. Teme que “aumenten las fracturas sociales y la polarización”, por lo que ha apelado a la contención y a poner coto a cualquier forma de discriminación, también a través de Internet.
“Tanto judíos como musulmanes cuentan que ya no se sienten seguros, y esto me entristece”, añadió Turk, con el foco puesto que no solo en los actos que se puedan cometer a pie de calle, como la persecución de símbolos, sino también en las palabras que puedan pronunciar líderes políticos y que, “sin duda”, tienen consecuencias.
En este sentido, recordó que el Derecho Internacional es “claro” y prohíbe “cualquier defensa del odio por motivos de nación, raza o religión que constituya una incitación a la discriminación, la hostilidad y la violencia”.
*Con información de AFP y Europa Press