El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, arremetió este lunes en una reunión con embajadores contra la justicia electoral, a la que acusa de no querer transparencia en las elecciones presidenciales, y cuestionó sin pruebas la supuesta vulnerabilidad de las urnas electrónicas.
“Queremos corregir fallas, queremos transparencia, democracia de verdad. Estoy siendo acusado de golpe todo el tiempo (...) estoy cuestionando antes porque tenemos tiempo de resolver el problema, con la propia participación de las Fuerzas Armadas”, dijo el mandatario, que acompañó su discurso con una presentación de PowerPoint sobre el sistema electoral.
Bolsonaro dio un discurso por casi una hora ante decenas de embajadores y diplomáticos de Francia y España, así como de la Unión Europea, en el Palacio de la Alvorada, en un encuentro convocado solo para discutir el sistema electoral brasileño. Algunas embajadas de los principales socios de Brasil, como Argentina, no fueron invitadas, sin que se conocieran los motivos.
El ultraderechista ha convertido el sistema de urnas electrónicas en blanco de ataques debido a su supuesta vulnerabilidad, que según él podría ser usada en su contra.
En varias ocasiones, Bolsonaro ha dicho, sin ofrecer pruebas, que hubo fraude en las elecciones de 2014 y en la de 2018, donde el mandatario alega que habría sido electo en primera vuelta.
“Hora de decir basta”
Sin mencionar explícitamente a Bolsonaro, el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Edson Fachin, dijo poco después en un discurso que el debate político se ha visto “reducido por narrativas que tensan el espacio social” y que hay un “inaceptable negacionismo electoral”.
“Es hora de decir basta a la desinformación. Es hora también de decir no al populismo autoritario, que pone en peligro la conquista de la Constitución de 1988″, agregó.
Bolsonaro competirá el próximo 2 de octubre con el expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, favorito en las encuestas. “Es una pena que Brasil no tenga un presidente que llame a 50 embajadores para hablar sobre algo que interese al país. (...) En vez de eso, cuenta mentiras contra nuestra democracia”, tuiteó Lula poco después del encuentro de Bolsonaro con embajadores.
Miembros del Partido de los Trabajadores (PT) y algunos analistas evalúan que la postura de Bolsonaro es parte de una estrategia para no reconocer una eventual derrota y afectar el proceso electoral.
El presidente citó el lunes una investigación abierta en 2018 por la Policía Federal (PF), un mes después del balotaje en el que fue elegido presidente, para verificar un ataque cibernético contra los sistemas digitales del TSE.
La investigación todavía no concluyó, pero según el TSE la pesquisa de la PF ya arrojó indicios de que el ataque no supuso riesgos a cualquier tipo de manipulación de los resultados electorales y apenas afectó el sistema interno del tribunal.
En una audiencia en el Senado la semana pasada, el ministro de Defensa de Bolsonaro propuso una “votación paralela” el día de la elección con una segunda urna que reciba votos en papel para evitar enfrentar “unas elecciones bajo el manto de la desconfianza”.
Brasil adoptó el sistema de urnas electrónicas en las elecciones municipales de 1996. Además de ofrecer un resultado de forma más ágil al voto papel, hasta el momento no se comprobaron problemas de seguridad.
*Con información de la AFP.