El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, utilizó las cámaras de la cadena estadounidense Fox News para cuestionar en una entrevista la vacuna contra el coronavirus y jactarse, además, de haber sido el “único jefe de Estado” que no acató las medidas restrictivas para frenar la pandemia.

“Una persona que ya se ha contagiado, ya está inmune y no necesita tomar la vacuna, y ese ha sido mi caso. Ahora compré vacunas para todos los brasileños. No obligué a nadie tomarla, respeté la libertad individual”, defendió.

Bolsonaro cuestionó no solo la eficacia de la vacuna –ya que a pesar de la dosis de refuerzo la gente sigue contrayendo la enfermedad y muriendo–, sino que insistió una vez más en una de las consignas que una y otra vez repitió durante la pandemia, el uso de “tratamientos precoces” para evitar contagios y muertes.

Así, sin dar más detalles, mencionó una serie de “estudios fuera de Brasil” que ampararían sus argumentaciones. “Muchas muertes podrían haber sido evitadas si no hubiese tanta presión por parte de los medios contra el tratamiento precoz (...) La gente toma la tercera, la cuarta dosis de la vacuna y continúa contrayendo el virus y muriendo”, subrayó.

Una vez más, las palabras del político sobre la pandemia carecen de cualquier aval médico, chocando frontalmente con los estudios científicos, por ejemplo, de la prestigiosa revista Lancet, que estima en unas 20 millones de vidas las que se han podido salvar gracias a la vacuna.

A su vez, los especialistas jamás han afirmado que la vacuna impida contraer de nuevo la enfermedad, pero sí reduce el riesgo de que pueda desarrollarse de gravedad.

El presidente Bolsonaro se caracterizó por ser uno de los mandatarios más escépticos frente a la emergencia sanitaria por la covid-19. | Foto: Copyright 2022 The Associated Press. All rights reserved

En otro momento de la entrevista, Bolsonaro también minimizó la gravedad a la que se enfrenta la Amazonia brasileña por culpa de sus medidas medioambientales y celebró, ya en el plano de la actualidad estadounidense, la reciente decisión del Tribunal Supremo de revocar el derecho constitucional al aborto.

Bolsonaro dijo que el fallo del Supremo “no le gustó a la izquierda”, a diferencia de él, que defiende la vida “desde la concepción”. Unas afirmaciones en sintonía con las que hace unos días cuestionó el hecho de que una niña de once años violada pudiera finalmente interrumpir el embarazo.

En lo que respecta a la Amazonia, señaló que existen “intereses” externos por engrandecer un supuesto problema en un intento por cuestionar la soberanía brasileña sobre ese extenso y vasto territorio, un argumento que comparte con él, destacó, el presidente ruso, Vladimir Putin, quien le expresó su solidaridad durante el encuentro que ambos mantuvieron hace poco, ya con la guerra de Ucrania en su pleno apogeo.

En la misma línea de sus polémicas declaraciones, el mandatario aseguró que si la izquierda gana las próximas elecciones en el país, previstas para octubre de este año, nunca dejará el poder y provocará que Estados Unidos se convierta en un país aislado.

“Los perdedores serán la población brasileña y la propia izquierda. Toda América del Sur se pintará de rojo, saben a lo que me refiero, y Estados Unidos se convertirá en un país aislado”, dijo Bolsonaro.

En este sentido, señaló que su elección en 2018 “fue casi un milagro” y que si la izquierda vuelve a la Presidencia, en referencia al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, “nunca dejará el poder” y Brasil “seguirá el mismo camino que Venezuela, Argentina, Chile y Colombia”.

*Con información de la AFP.