En Egipto, a un día de su cierre oficial, la creación de un fondo de pérdidas y daños, bloqueaba negociaciones, y según el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, “Existe claramente una falta de confianza entre el Norte y el Sur”, teniendo en cuenta que “la manera más efectiva de reconstruir esa confianza es mediante un acuerdo ambicioso y creíble sobre las pérdidas y daños y el apoyo financiero a los países en vías de desarrollo”, agregó.

En ese sentido, los países del Sur conformaron un frente común para reclamar la creación de ese fondo, lo que provocó a última hora de la noche una contrapropuesta de la Unión Europea (UE). A lo que el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, señaló durante una plenaria: “lo que proponemos es establecer un Fondo de Respuesta a las pérdidas y daños para los países más vulnerables”.

En cambio, dijo Timmermans, los 200 países de la COP deben comprometerse decisivamente a aumentar sus medidas de mitigación, es decir, la reducción drástica de sus emisiones de gases de efecto invernadero. Así se podría mantener en vida el objetivo de controlar el aumento de la temperatura media del planeta a +1,5 ºC, que fue el compromiso de todos hace siete años, en la Declaración de París de 2015.

La propuesta europea fue acogida positivamente, pero por delante quedan 24 horas de intensas negociaciones. “Hay noticias positivas, pero al mismo tiempo quedan muchos puntos de vista divergentes”, explicó el representante paquistaní, Nabeel Munir, en nombre del grupo más amplio de países en vías de desarrollo (G77).

Dos potencias

La posición de China y Estados Unidos, los mayores emisores de gases de efecto invernadero del planeta, será decisiva en el tramo final negociador.

A pesar de sus políticas decididamente progresistas en materia climática, Estados Unidos se ha opuesto hasta ahora a la creación de un mecanismo específico de pérdidas y daños, por temor a demandas ante instancias internacionales de los países que sufren desastres naturales.

Queda también por ver quién contribuiría a ese fondo, puesto que China quiere seguir siendo considerado como un país en vías de desarrollo, y, por lo tanto, no quiere verse obligado a aportar dinero.

“Todo el mundo debería contribuir. Y esto es algo que he comunicado a todos nuestros socios, también a mi colega y negociador chino, Xie Zhenhua”, había declarado Timmermans horas antes. “Si estamos hablando de justicia, hay que mirar la posición en la que se encuentran los países ahora, y no la de hace 30 años”, añadió.

Por su parte, la ministra colombiana de Medio Ambiente, Susana Muhamad, pidió que en la discusión se aborden también las medidas de condonación de la deuda.

Fuera de órbita

Las cifras que se barajan de daños directos e indirectos a causa del cambio climático están fuera de órbita, según el Instituto Grantham, las pérdidas y daños podrían llegar a oscilar entre 290.000 y 580.000 millones de dólares anuales en 2030.

La discusión sobre ese fondo se abrió en la COP26 de Glasgow, hace un añoy oficialmente, los casi 200 países negociadores tienen aún dos años para alcanzar un acuerdo, pero el tema fue incluido en la agenda de esta conferencia de la ciudad costera de Sharm el Sheij.

Los 100.000 millones de dólares anuales que los Estados ricos debían entregar a los países en desarrollo para mitigar sus emisiones de gases y adaptarse al cambio climático no se han materializado totalmente, dos años después de la fecha tope y en Sharm el Sheij las partes deberían discutir qué hacer al respecto a partir de 2025, cuando esa cifra debe ser aumentada.

*Con información de AFP.