La planeación política del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, continúa permeando el rendimiento de la economía de su país. Los últimos anuncios relacionados con una reforma estructural a la Constitución causaron que este jueves los bonos emitidos por el país tocaran mínimos.
Mientras los bonos con vencimiento a 2029 llegaron al nivel más bajo desde noviembre de 2020, situándose en un precio de 86 dólares, los bonos que vencen en 2035 bajaron hasta los 80,86 dólares, precios mínimos que no se veían hace nueve meses y que son el resultado de las decisiones políticas de la administración Bukele.
A esta incertidumbre política y económica se suman los efectos que aún causa el anuncio que se hizo en junio de este año sobre la aprobación del bitcóin como una moneda legal en el país, decisión que para el Fondo Monetario Internacional (FMI) puede traer “riesgos significativos” y precisó que serán necesarias medidas efectivas regulatorias.
Los expertos han llamado la atención sobre el estado crítico de los bonos de deuda de menor plazo, los que venden en 2029, pues se cotizan a mil puntos básicos sobre los bonos del Tesoro de Estados Unidos, un punto en el que pueden ser peligrosos.
Rick Scott, analista de deuda soberana de mercados emergentes de BMO Global Asset Management en Londres, le dijo a Bloomberg que “el mayor riesgo en este momento es que promulguen leyes o políticas que sean desaprobadas por el FMI [...] El problema con El Salvador es la dirección de la formulación de políticas: parece estar cada vez más impulsada por los caprichos de Bukele que por cualquier otra cosa”.
Además, el rendimiento actual de los bonos refleja que el manejo de la deuda que ha realizado Bukele es el peor en los últimos tres años de El Salvador, generando una amplia incertidumbre jurídica que podría afectar las inversiones extranjeras en el país.
¿Qué contiene la reforma a la Constitución?
El Gobierno de El Salvador concluyó los trabajos sobre el borrador inicial de la nueva Constitución del país, que extiende el periodo de mandato presidencial y crea un organismo para sustituir el Tribunal Supremo Electoral (TSE), surgido tras los acuerdos de paz en el país.
El vicepresidente salvadoreño, Félix Ulloa, indicó que el documento será presentado próximamente a las delegaciones diplomáticas extranjeras y a las ONG, precisando que se realizaron un total de 215 modificaciones a la carta magna del país centroamericano.
“Ya no se puede dar marcha atrás para dar discusión, como si estuviéramos en noviembre del año pasado”, les dijo en una entrevista radiofónica a Diana Verónica y Tony, antes de resaltar que “la discusión y debate se hace y se hará en la Asamblea Legislativa”, tal y como recogió el diario salvadoreño La Prensa Gráfica.
Entre los cambios propuestos figuran que los mandatos presidenciales pasen de ser de cinco a seis años, sin posibilidad de una reelección inmediata, pero sí después de un mandato de por medio, en lugar de los dos contemplados actualmente.
Así mismo, Ulloa ha destacado que la nueva carta magna incluye la figura de un referéndum revocatorio que podría ser convocado a los tres años de mandato, en caso de que “el presidente o vicepresidente estén haciendo muy mal las cosas” al frente del país.
A ello se suma que los mandatos del fiscal general, el procurador y otros funcionarios electos de segundo grado pasarán a durar de tres a seis años, lo que Ulloa ha argumentado por la necesidad de que “respondan al resultado de una elección o expresión del pueblo en una elección, porque es la Asamblea quien los elige”.
En otro orden de cosas, la nueva carta magna contempla la posibilidad de usar “monedas no concretas, no físicas, en la política monetaria”, después de que el parlamento salvadoreño aprobara en junio la legalización del uso del bitcóin, que será moneda de curso legal en el país centroamericano junto al dólar.
*Con información de Europa Press.