Este jueves 16 de marzo, el presidente de Chile, Gabriel Boric, aseguró que Chile no quiere agravar los problemas con Bolivia y Venezuela por la migración irregular, sino buscar una solución a este “difícil” fenómeno.
“La relación (con Venezuela) evidentemente hace tiempo no es fácil, pero tenemos la mejor voluntad para trabajar con todas las herramientas que otorga el derecho internacional para abordar el fenómeno que ha sido muy difícil de la migración, donde Venezuela también tiene un rol importante que jugar”, dijo el mandatario.
Boric realizó estas declaraciones en la localidad pesquera de Pisagua, en el marco de la visita que realiza desde el miércoles a la región de Tarapacá, en el norte de Chile, por donde ingresa una gran cantidad de migrantes, especialmente venezolanos.
Control a los migrantes
Hace tres semanas, Chile desplegó militares en su frontera norte en un intento por controlar el flujo de migrantes, cuya mayoría llega de Bolivia.
Según Boric, ni Bolivia ni Venezuela están recibiendo a los migrantes que Chile quiere devolver. Sin embargo, aseguró que lo que menos quiere es un conflicto: “no se trata de que escalemos problemas, sino que busquemos soluciones y ese es el espíritu del gobierno chileno, hay esfuerzos de diálogos”.
Boric anunció el miércoles que organizará una reunión con gobernantes ‘amigos’ de la región, para discutir la situación migratoria irregular. El encuentro se llevará a cabo en el marco de la Cumbre Iberoamericana, que se realizará en República Dominicana el 25 de marzo.
El mandatario visitó el pasado 15 de marzo la localidad de Colchane, a dos kilómetros de la frontera con Bolivia. Con una población de 1.680 habitantes, por este paso ingresaron en 2022 a Chile 21.553 personas desde Bolivia en situación irregular, según datos oficiales.
El canciller venezolano, Yván Gil, en reacción a las palabras de Boric, aseguró a través de Twitter que “Venezuela aún no ha recibido solicitud de trabajo coordinado con Gobierno de Chile respecto a supuestas deportaciones de venezolanos”.
“La coordinación en esta materia ha sido un clamor nuestro, así como la exigencia de respeto a los Derechos Humanos de nuestros compatriotas”, agregó el funcionario.
Por su parte, la cancillería boliviana, por medio de su viceministro, Freddy Mamani, afirmó que “el procedimiento de reconducción al que se refiere el presidente Boric es normativa chilena, que no genera ningún tipo de obligación internacional”.
La situación con Bolivia
En una entrevista con una radio local de la ciudad de Iquique, el mandatario había explicado que muchos de los migrantes irregulares que ingresan al país llegan desde Bolivia no pueden ser devueltos, porque ese país no los recibe.
En Bolivia “están aceptando solamente a ciudadanos bolivianos”, añadió el presidente al señalar que el objetivo era reconducir a los migrantes irregulares de vuelta al mismo país desde donde llegaron. “Eso requiere una conversación diplomática de alto nivel. Yo estoy comenzando esas gestiones con el presidente Arce, para que a nivel de América Latina podamos enfrentar esto”, declaró.
Además, el mandatario chileno aseguró, que no solo Bolivia sino otros países cercanos no estaban realizando labores de reconducción: “hoy día no están llevando adelante la reconducción de los ciudadanos venezolanos y colombianos que entran por la frontera de Colchane y que no son recibidos por el lugar donde entran (Bolivia) y eso tenemos que solucionarlo”, aseguró el mandatario.
La reunión
Desde Colchane, el mandatario anunció la reunión para el 25 de marzo próximo para discutir temas de migración. El anuncio lo hizo con entusiasmo: “Vamos a tener una reunión con diferentes presidentes amigos de América Latina, con AMLO (Andrés Manuel López Obrador, de México), Alberto Fernández (de Argentina), Xiomara Castro (Honduras), con Gustavo Petro (Colombia), Luis Arce (Bolivia), en donde uno de los temas que vamos a tratar es justamente este”, de la migración, afirmó Boric.
Con información de AFP