El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, anunció que a partir del próximo 19 de julio dejará de ser obligatorio usar mascarilla (tapabocas) y respetar el distanciamiento físico entre las personas, por lo que instó a los británicos a “aprender a vivir” con el coronavirus al tiempo que mantienen la prudencia.
La medida es anunciada a pesar de que el número de nuevos casos está disparado en torno a 25.000 diarios debido a la muy contagiosa variante delta, aunque gracias a las vacunas el aumento en los contagios no se ha traducido en un fuerte aumento de hospitalizaciones y muertes.
Las autoridades gubernamentales también establecerán esta semana un sistema que permitirá a los británicos totalmente vacunados viajar de vacaciones a países de la lista “ámbar”, que incluyen a España y la mayor parte de Europa, sin tener que hacer cuarentena a su regreso.
“Tenemos que aceptar abiertamente que si no levantamos las restricciones aprovechando la llegada del verano, ¿cuándo lo vamos a hacer?”, afirmó Johnson en una rueda de prensa televisada en la que aprovechó para resaltar que las opciones serían hacerlo en invierno –cuando el virus cobra más fuerza– o “no hacerlo este año”.
Adicionalmente, los británicos podrán reabrir las discotecas y otros locales de ocio nocturno con la posibilidad de que los asistentes puedan bailar y consumir en la barra. Tampoco habrá limitaciones a las reuniones privadas ni a grandes eventos como conciertos o partidos deportivos, y terminará la consigna del teletrabajo.
Entre tanto, el primer ministro instó a la población a “aprender a vivir con este virus” siguiendo los consejos sobre cómo actuar en sitios concurridos como el transporte público, entre otros lugares en los que se requerirá “sentido común”.
Cabe resaltar que el Reino Unido ha sido uno de los países más castigados de Europa por la pandemia del coronavirus, con más de 128.000 muertos, por lo que sus autoridades gubernamentales impusieron un estricto confinamiento a principios de enero que empezó a levantar gradualmente a finales de marzo.
De hecho, la decisión de levantar las restricciones estaba inicialmente prevista para el pasado 21 de junio, pero fue retrasada cuatro semanas debido al auge de la variante delta, originalmente identificada en India, que es ahora dominante en el Reino Unido.
El anuncio de Johnson concierne solo a Inglaterra, ya que Escocia, Gales e Irlanda del Norte (los otros países que integran el Reino Unido) deciden sus propias políticas sanitarias y optaron por un desconfinamiento más lento.
Sin embargo, el Gobierno ya había flexibilizado la prohibición de grandes eventos para permitir que 60.000 aficionados asistan a las semifinales y la final de la Eurocopa de fútbol en el estadio londinense de Wembley.
La primera semifinal, que enfrenta a España e Italia, se juega este martes, mientras la selección inglesa juega contra Dinamarca en la segunda semifinal el próximo miércoles.
Masiva campaña de vacunación
El vínculo entre contagios y hospitalizaciones se ha controlado gracias a la masiva campaña de vacunación realizada en el Reino Unido, donde 86 % de los mayores de 18 años ya recibió una primera inyección y casi 65 % el esquema completo de dos dosis.
Lo anterior ha permitido que al 1.° de julio solo hubiera 1.905 hospitalizados con síntomas graves de covid-19 en el país.
Sin embargo, la decisión de suprimir la obligatoriedad de las mascarillas ha sido criticada por la oposición laborista, cuyo líder Keir Starmer la calificó como una medida “imprudente”.
Por su parte, Stephen Reicher, profesor de psicología social en la Universidad de Saint Andrews, consideró “espantoso (...) hacer de todas las protecciones una cuestión de elección personal, cuando el mensaje clave es que la pandemia no es una cuestión de ‘yo’ sino de ‘nosotros’. Tu comportamiento afecta a mi salud”.
Incluso, el 71 % de los ciudadanos encuestados quiere que las mascarillas sigan siendo obligatorias en el transporte público y en las tiendas, según un sondeo de YouGov entre 2.649 adultos del Reino Unido.
*Con información de la AFP.