En un país en el que el uso de armas civiles tiene cada vez menos restricciones, la decisión del Tribunal Superior Electoral fue aprobada de manera unánime. La medida inicialmente se restringía a prohibir el porte de armas un perímetro de 100 metros, a partir de 48 horas previas a la elección y hasta un día después. Sin embargo, el Tribunal decidió este viernes ampliar la prohibición, por sugerencia de los jefes de Policía de los 27 estados del país, con el objetivo de prevenir actos derivados de la violencia política. La mayor preocupación de las autoridades es el reciente crecimiento de la compra de armamentos y la proliferación de los clubes de tiro.

El porte de armas en Brasil y su relación con Bolsonaro

Durante los años de gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, el cambio respecto a la cantidad y restricciones de las armas para civiles en Brasil ha sido total. Desde que asumió el cargo en 2019, Bolsonaro ha logrado la aprobación de distintos decretos que permiten el acceso de la población civil a las armas. La tenencia de estos elementos es Brasil por parte de civiles se ha hecho, en consecuencia, cada vez más fácil y más común.

Uno de los avances de la política en ese sentido ha sido la creciente flexibilización en los permisos de tenencia de armas. Normalmente, estaba solo justificado en casos de seguridad pública o defensa nacional, pero es cada vez más fácil para una persona sin relación con la autoridad, obtener los permisos para su uso.

Por ejemplo, el registro de brasileños que se identifican con la categoría de Cazadores, Tiradores deportivos y Coleccionadores, más conocida como CAC por sus siglas en portugués, aumentó de 117.000 a más de 673.000 registros durante los años de gobierno de Bolsonaro, según la AFP. Además, las personas que cuentan con esa autorización pueden incluso comprar fusiles de asalto.

El riesgo de la violencia política

Los constantes cuestionamientos de Bolsonaro al sistema electrónico de votación, las insinuaciones del presidente argumentando que las encuestas que favorecen al candidato de izquierda están preparando el terreno para un posible fraude, hacen temer que la violencia política pueda afectar la calma de los procesos electorales.

El gran enigma está en la forma en que los seguidores de Bolsonaro tomarían una eventual derrota, que es lo que se avizora, según la última encuesta de Datafolha, que señala que el expresidente Lula está cada vez más cerca de una eventual victoria en primera vuelta, con el 48 % de la intención de voto. Eso significa 14 puntos arriba del candidato y actual presidente, Jair Bolsonaro.

La violencia política en Brasil en estas elecciones ha dejado varios hechos trágicos. Este mes, un seguidor de Bolsonaro mató a hachazos y cuchillazos a un seguidor de Lula, en el área rural del estado de Mato Grosso. La víctima tenía 24 años y el hombre que lo acuchilló, 42. También en el estado de Santa Catarina, un fanático del izquierdista Lula asesinó a hachazos a un simpatizante del actual mandatario, la víctima tenía 34 años.

Tras las agresiones reportadas, ambos candidatos han aparecido en eventos públicos utilizando chalecos antibalas. En 2018, el ultraderechista, que hoy aboga por el derecho a las armas, fue apuñalado durante un acto de campaña. En el último debate televisado, realizado el pasado jueves, ambos candidatos se hicieron mutuamente fuertes señalamientos, exacerbando el ambiente político.