Decenas de miles de brasileños salieron a las calles en las principales ciudades del país, este domingo, para participar en actos de apoyo al presidente Jair Bolsonaro y otros de respaldo al exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, anticipando un clima de polarización para la elección presidencial de octubre.
Bolsonaro llegó cerca del mediodía a la Explanada de los Ministerios frente al Congreso en Brasilia, punto de reunión de sus seguidores en la capital, que lo vitoreaban gritando “mito”, muchos vistiendo camisetas de Brasil.
“Saludar a los que están aquí en la manifestación pacífica en defensa de la Constitución, de la democracia y de la libertad. Felicitaciones a todos en Brasilia, así como a todo Brasil que estará hoy en las calles”, dijo Bolsonaro, en una transmisión en vivo por redes sociales que acompañó su caminata.
Tras saludar de cerca a los manifestantes, el mandatario se retiró sin ofrecer un discurso, a diferencia de otros actos. El presidente de ultraderecha protagoniza una escalada de tensión con el Supremo Tribunal Federal (STF), luego de que la semana pasada decidió indultar al diputado aliado Daniel Silveira, un día después de que la máxima corte lo condenara a más de 8 años de cárcel, esto por promover actos antidemocráticos.
Los actos oficialistas, que también se replicaron en Río de Janeiro y Sao Paulo, llevaban como consigna, además de mostrar apoyo al presidente y a Silveira, la “defensa de la libertad de expresión”. Silveira, favorecido por el perdón, participó de otro acto en Río de Janeiro, frente a la playa de Copacabana, donde bolsonaristas llevaron carteles con ataques a la Corte. “Supremo es el pueblo. Basta con la dictadura del STF”, se leía en uno de los carteles en Copacabana.
Luciana Gomes Ribeiro, una chofer de 47 años que se manifestaba en Río, dijo a la AFP que estaba allí porque confía en que Bolsonaro “va a mejorar mucho” el país. “Fácilmente va a ser reelecto (en octubre) si no hay fraude en el conteo de votos”, dijo Ribeiro.
Este expolicía, de 39 años, publicó por ejemplo un video en el que insultaba a los jueces de la corte suprema, esperando que fueran “apalizados en la calle”. El mes pasado copó titulares al atrincherarse en el Congreso para evitar que la policía le colocara una tobillera electrónica.
Bolsonaro decretó hace dos semanas el perdón al diputado y alegó que la sociedad estaba “conmocionada” por el castigo a su aliado en el Congreso, puesto que este “solo hizo uso de su libertad de expresión”. El presidente tiene la potestad constitucional de conceder el indulto, pero su decisión fue denunciada ante el STF por tres partidos de la oposición y un senador con el argumento de que el perdón fue ilegal debido a que tuvo una motivación personal.
Además de contrariar al STF con el indulto a Silveira, Bolsonaro ha reforzado los últimos días ataques al tribunal electoral sembrando dudas sobre la confiabilidad del sistema de urna electrónica, sin ofrecer pruebas de la supuesta vulnerabilidad.
Por su parte, el expresidente izquierdista Lula da Silva anunció que participará esta tarde de un acto por el Día del Trabajador organizado por centrales sindicales en Sao Paulo. Seguidores del izquierdista protestaron este domingo también en Río de Janeiro y Brasilia, donde reclamaron por la alta inflación -que acumula 12,03% en 12 meses- y exigieron “basta de hambre y de corrupción”.
Según sondeos, Lula es el favorito para la elección del 2 de octubre, pese a que no evitaría una segunda vuelta con el actual mandatario, quien ha recortado la ventaja en las últimas encuestas. Pese a que la campaña no arrancará oficialmente hasta agosto, al igual que Jair Bolsonaro, el expresidente izquierdista (2003-2010) ha adoptado cada vez más un tono electoral en sus apariciones.
Con información de AFP.