La primera ministra británica, Theresa May, le dijo a los parlamentarios de su partido que dimitirá después de que el Parlamento británico apruebe su acuerdo para el Brexit, el proceso de salida de Reino Unido de la Unión Europea. "Este ha sido un tiempo difícil para nuestro país y nuestro partido", dijo May durante una reunión del comité 1922 del Partido Conservador. Le puede interesar: De plazo en plazo para dónde va el Brexit "Estamos casi ahí. Estamos casi listos para abrir un nuevo capítulo y construir ese brillante futuro. Pero antes de que podamos hacer eso, tenemos que terminar el trabajo que tenemos entre manos". "He oído muy claramente el ánimo que hay en el partido. Sé que hay deseos de un nuevo enfoque -y un nuevo liderazgo- en la segunda fase de las negociaciones del Brexit y no seré un obstáculo para eso. "Sé que algunas personas están preocupadas de que si votan a favor del Acuerdo de Retirada, lo interpretaré como un mandato para correr a la siguiente fase sin el debate necesario. No lo haré. Los estoy escuchando. "Pero necesitamos conseguir el acuerdo y cumplir con el Brexit". May no fijó una fecha exacta para su salida, pero Laura Kuenssberg, editora política de la BBC, señala que se espera que haya una disputa por el liderazgo del Partido Conservador en mayo.
La población británica se encuentra dividida ante el Brexit. Foto: GETTY-BBC. Derrotas anteriores Si el acuerdo para el Brexit alcanzado por May con la UE es aprobado en el Parlamento británico, los críticos de la primera ministra no quieren que sea ella quien esté a cargo de la siguiente etapa de las negociaciones. En dicha fase, Reino Unido y la Unión Europea tendrán que conseguir establecer qué tipo de relación comercial van a tener tras la salida de los británicos. Le sugerimos: El brexit uribista May ha dicho que quiere programar una nueva votación del acuerdo en la Cámara de los Comunes esta semana, después de que los parlamentarios rechazaran el plan dos veces por amplio margen. Las reacciones al anuncio de May sobre su salida no se hicieron esperar: "Es duro que los partidarios del Brexit vayan a votar a favor del acuerdo de la primera ministra no porque sea bueno para nuestro país o porque sea lo correcto, ni siquiera porque cumpla con el Brexit, sino porque así se libran de primera ministra #Vergonzoso", escribió Anna Soubry, exparlamentaria del Partido Conservador que dejó su partido en febrero para unirse al Grupo Independiente. La secretaria jefa del Tesoro, Liz Truss, llamó "patriota" a May:
@trussliz@TRUSSLIZ "La primera ministra ofreció un discurso digno y honesto en el 1922. Le importa profundamente nuestro país y es una patriota. La gente debe apoyar el acuerdo y hacer que avancemos", escribió Truss en Twitter. ¿Habrá tercera votación? El portavoz de la Cámara de los Comunes, John Bercow, dictaminó la semana pasada que el gobierno no podía convocar un tercer voto a no ser que hubiera "cambios sustanciales" a la propuesta. Bercow advirtió a los ministros que no debían "intentar sortear su fallo" presentando procedimientos que pudieran revertir su decisión.
El portavoz de la Cámara de los Comunes, John Bercow, dictaminó la pasada semana que no se podía volver a votar el acuerdo del Brexit si no había cambios "sustanciales". Foto: AFP-BBC. Pero un portavoz del gobierno defendió que el cambio "significativo" se dio durante la cumbre de Bruselas de la pasada semana, después de que May consiguiera "garantías adicionales" sobre Irlanda y del cambio de fecha de salida. Extensión del plazo Efectivamente, los líderes de la Unión Europea acordaron el pasado jueves posponer el Brexit más allá del 29 de marzo, fecha prevista en un principio para el abandono de Reino Unido del bloque. Le recomendamos: Theresa May la hija del vicario que se convirtió en la segunda mujer al frente del Reino Unido Aunque May había solicitado una prórroga hasta el 30 de junio, la UE accedió una prórroga hasta el 22 de mayo solo si el Parlamento británico aprueba el acuerdo de "divorcio". Si los diputados no aprueban tal acuerdo, la UE aceptará un retraso más corto, hasta el 12 de abril, para darle tiempo a Londres a señalar cuál es el camino a seguir.