Las autoridades indias se lanzaron a la captura de un tigre que mató a ocho personas en los últimos dos años, según informaron funcionarios de ese país. La última de sus víctimas fue un adulto mayor a quien desmembró luego de que este saliera a buscar leña en la región de Khambada, a unos 650 km de Bombay.

“Intentamos capturar al tigre utilizando dardos tranquilizantes, pero no tuvimos éxito”, señaló N.R. Praveen, funcionario de la gestión forestal en el estado de Maharashtra.

Este tipo de ataques está en aumento en India, un país con 1.300 millones de habitantes, donde los humanos invaden cada vez más las zonas de hábitat de los tigres.

En junio, un tigre que fue responsable de la muerte de tres personas fue considerado “demasiado peligroso” para que viviera en libertad, por lo que fue enviado a un zoológico en Madhya Pradesh, en el centro del país.

De acuerdo con datos del gobierno, unas 225 personas han muerto en India por ataques de tigres entre 2014 y 2019. Por su parte, los animales también son blanco de violencia por parte de los humanos. Más de 200 tigres fueron abatidos por cazadores furtivos o electrocutados entre 2012 y 2018 en India, indica el mismo informe.

India alberga alrededor del 70% de la población de tigres en el mundo. El gobierno afirma que el número ejemplares se recuperó hasta censar 2.967 en 2018, más del doble que en 2006.

Más casos en el mundo

Los de la India no son los únicos casos de ataques de tigres a humanos en el mundo. En los primeros días de julio, durante la reapertura de un zoológico en Zúrich, Suiza, que había estado cerrado por el coronavirus, una tigresa siberiana atacó y mató a una experimentada empleada del recinto frente a un grupo de visitantes.

Los visitantes dieron la alarma tras presenciar el ataque. Un equipo de emergencia se trasladó al lugar y consiguió atraer al animal para sacarlo de la zona y llevarlo hasta otra área, fuera del recinto en el que se produjo el incidente.

Sin embargo, los esfuerzos por resucitar a la cuidadora fueron en vano y la mujer falleció en el lugar, según explicó el zoológico en un comunicado. “Lamentablemente, la ayuda llegó demasiado tarde”, declaró una vocera de la policía de Zúrich, Judith Hoedl. Además, el zoológico dijo que llevaría a cabo una investigación para determinar por qué la cuidadora se encontraba en la jaula al mismo tiempo que el felino.

Según la prensa local, los tigres del zoológico deben ser atendidos sin contacto directo con los empleados y, en principio ,los cuidadores y los animales no deben estar nunca juntos en el mismo espacio.

Samuel Furrer, experto de la organización de protección de animales suiza STS, consideró que el comportamiento de la tigresa fue natural, pues “siguió sus instintos” frente a una “intrusión” en su territorio, comentó al diario suizoNZZamSonntag. Otros expertos apuntaron a la posibilidad de que el animal reaccionó por un “ataque de ansiedad”, dado que los otros empleados pudieron “sacar al animal fácilmente de la zona”.

“(La tigresa Irina) es un animal joven que hasta ahora se había comportado de manera completamente natural, como lo hace un tigre”, señaló el director del zoológico. Irina nació en un zoológico de Dinamarca en 2015 y fue trasladada a Zúrich el año pasado.

Los ataques de animales en zoológicos y santuarios de animales son relativamente raros, pero este no es el primer incidente reportado en el zoológico de Zúrich, que cuenta con más de 2.000 ejemplares de 300 especies. En diciembre de 2019, un cocodrilo mordió la mano de un cuidador durante una operación rutinaria de limpieza. El reptil murió después de recibir un disparo.

Con información de AFP.