Una corte de Ohio sentenció a Gerson Fuentes, un inmigrante de origen guatemalteco, a pasar el resto de su vida en prisión, aunque le dio también la posibilidad de solicitar la libertad bajo palabra, pasados de 25 a 30 años de su sentencia.
La decisión hace parte de un acuerdo por el cual él confesó que violó a una niña de nueve años y la embarazó, en un caso grave de por sí, pero que además se suma a la intensa discusión sobre el aborto en Estados Unidos, luego de que la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos eliminara el derecho legal a esa práctica el año pasado, lo cual supuso su prohibición total en casi la mitad de los estados de la Unión.
Julie Lynch, la jueza de causas comunes que vio el caso, expresó que la familia de la víctima le pidió que aceptara el acuerdo que la fiscalía hizo con el acusado, lo cual describió como “una pastilla muy difícil de tragar para esta corte”.
Lo dijo porque la sentencia más alta por tan execrable crimen habría sido cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. No obstante, los parientes de la niña prefirieron ceder en este último punto para que la menor no se vea expuesta a declarar en un juicio ni pasar por semanas que podrían ser aún más traumáticas para ella.
De todos modos, Gerson Fuentes quedará registrado como delincuente sexual.
La sentencia también dictaminó que, en caso de que Fuentes, de 28 años, obtenga el beneficio de la libertad condicional, deberá ser deportado a su Guatemala natal, debido a que está en los Estados Unidos de manera ilegal.
“Todo el que ha estado en esta sala, sabe cómo piensa esta corte acerca de estas niñas, estás personas tan jóvenes que han sido violadas. Sin embargo, hoy, por solicitud de la familia, esta corte pronunciará su sentencia sin comentarios”, señaló Lynch, con lo cual dejó al descubierto otro intento de los parientes de la menor para ahorrarle recordar el horror que vivió.
De acuerdo con el New York Post, el caso fue muy polémico desde el comienzo, ya que la madre defendió al violador de su hija, como se vio cuando un reportero del canal Telemundo la abordó en su apartamento de Columbus para hablar sobre el caso.
“Todo lo que están diciendo contra él es mentira”, declaró la mujer en español, al tiempo que ocultaba su rostro detrás de la puerta de la vivienda.
De igual modo, dijo que su hija estaba bien y que no era la misma persona que había acusado a Fuentes.
En efecto, la niña de 9 años ya le había dicho a la policía del abuso de este hombre hacia ella, por lo cual se realizó una prueba de ADN al feto que había abortado. El resultado arrojo que el guatemalteco sí era el padre.
El Post también recordó que el deleznable caso cobró interés nacional cuando el presidente Joe Biden lo tomó como un ejemplo de “los horrores de la legislación antiaborto” de la Corte Suprema de Justicia.
Ello porque, consecuencia de esta decisión del máximo tribunal, la niña tuvo que trasladarse de Ohio, donde reside con su familia, a Indiana, para practicarse un aborto legal, dado que el embarazo era fruto de una violación.
También se desató una controversia alrededor de la médica que le hizo el procedimiento, la doctora Caitlin Bernard, puesto que ella habló en contra de las leyes que prohíben el aborto desde que se oyen los primeros latidos de la criatura, como es el caso de Ohio.
Para comprobar su tesis, puso el ejemplo de la niña de 9 años durante una entrevista a un periódico y eso le valió ser multada con 3.200 dólares por el Medical Licensing Board de Indiana, por violar las normas de privacidad de un paciente.