En Uganda la homosexualidad es ilegal y la nueva norma además prohíbe cualquier promoción de comportamiento gay o conducta que supuestamente esté relacionado con él. También figura en la norma un castigo -que incluye la cárcel- a las personas que no denuncien ante la policía a los homosexuales. El primer ministro de Uganda, Amama Mbabazy, se opuso a la votación, afirmando que no había suficientes parlamentarios en el recinto. La norma ya había sido condenada ampliamente por líderes mundiales cuando fue propuesta en 2009. En aquel momento el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, la calificó de "odiosa". La corresponsal de la BBC en Kampala -la capital del país-, Catherine Byaruhanga, dijo que el gobierno es consciente de que la ley generará indignación a nivel internacional y que probablemente llevará a la suspensión de ayuda a Uganda por parte de algunos países. "Oficialmente ilegal" "Oficialmente soy ilegal", dijo el activista por los derechos de los homosexuales en el país africano Frank Mugisha después de conocerse la noticia. Aunque en el borrador de la ley se contemplaba la pena de muerte, esta medida fue descartada. El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, debe firmar la norma para que entre en vigencia.