Las autoridades venezolanas confirmaron este viernes –17 de febrero– que habían incautado aproximadamente 150 kilogramos de “presunta” cocaína en el estado de Táchira, Venezuela (fronterizo con Colombia). El anuncio lo hizo el gobernador de esa zona, Freddy Bernal, en su cuenta de Instagram y lo acompañó con fotografías del cargamento.
La confiscación del estupefaciente se desarrolló en trabajo conjunto entre la División Contra la Delincuencia Organizada y la División Antidroga de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
Esta había sido dejada en una casa abandonada, localizada en la parroquia La Concordia de la ciudad de San Cristóbal y su procedencia es materia de investigación.
“Informo que se están haciendo las investigaciones correspondientes del caso con los testigos cercanos a la vivienda para determinar los presuntos responsables. ¡En #Táchira seguimos en la lucha constante contra el narcotráfico!”, aseveró Bernal en esa red social.
Otro cargamento, rumbo a Europa
A este anuncio se suma otro hecho el lunes –13 de febrero– por el titular de la Superintendencia Nacional Antidrogas (Sunad), Richard López Vargas, quien confirmó la incautación de otro cargamento de drogas. En esa oportunidad se encontraron 1.331 kilogramos de estupefacientes (más de una tonelada) en una embarcación, y durante un operativo que llevó al arresto de 15 personas.
“Acción policial de los Organismos de Seguridad Ciudadana logró importante procedimiento con la incautación de 1.190 panelas de cocaína (1.331 kgs) en el interior de una embarcación de bandera venezolana en el estado Sucre. ¡15 tripulantes fueron detenidos!”, señaló a comienzos de semana López Vargas a través de Twitter.
Según el funcionario, las investigaciones adelantadas por el Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz determinaron el vínculo de un grupo delictivo. Además confirmaron que el cargamento intentaba partir desde el oriente venezolano hasta Europa.
Nueva Zelanda incautó más de 3 toneladas
Las autoridades de Nueva Zelanda confirmaron la segunda semana de febrero que habían confiscado 3,2 toneladas de cocaína flotando en el Océano Pacífico y que la cantidad era de tal magnitud que podía ‘abastecer’ al país durante tres décadas. El jefe de la Policía, Andrew Coster, precisó que el alijo estaba en 81 paquetes con un valor aproximado de 316 millones de dólares.
“Se trata del descubrimiento de drogas ilícitas más importante realizado por los servicios neozelandeses”, indicó Coster. Las autoridades creen que esta se colocó en “punto de tránsito flotante” del océano Pacífico, donde los traficantes deberían haberla recuperado de camino a Australia, informó AFP.
“Pensamos que estaba destinada a Australia, donde habría bastado para alimentar el mercado durante un año”, explicó el comisario de policía. “Es más de lo que Nueva Zelanda utilizaría en treinta años”, añadió.
Un barco de la marina interceptó el paquete, visualizado a la deriva a cientos de kilómetros al noroeste neozelandés, con el apoyo de la alianza “Five Eyes” que entregó información. Esta red de colaboración en inteligencia compila a Australia, Canadá, Estados Unidos, Nueva Zelanda y el Reino Unido.
“No cabe duda de que este hallazgo asesta un importante golpe financiero a los productores sudamericanos y a los distribuidores de este producto”, agregó el jefe policial al estimar que esa confiscación representa un “importante resultado” para los servicios de policía tanto en Nueva Zelanda como Australia, recogió AFP.
Hasta ese momento la Policía no había indicado si se produjeron detenciones posteriores, vinculadas con ese cargamento. No obstante, enfatizaron en que las indagaciones estaban en marcha con la asistencia de organismos internacionales. De acuerdo con esa agencia, las autoridades señalaron que era ‘demasiado pronto’ para determinar el lugar de procedencia de esa cocaína.