La población de Japón cayó en un número récord en 2022, según los datos publicados el miércoles por el Gobierno que muestran las dificultades del país para estimular la natalidad.

El número de habitantes de nacionalidad japonesa era de 122,42 millones el 1 de enero de 2023, es decir, una caída anual de 800.500 personas, según un informe del Ministerio de Relaciones Exteriores.

El archipiélago asiático presenta la segunda población más envejecida del mundo, después de Mónaco, y su primer ministro Fumio Kishida advirtió en enero que el país estaba “en el umbral de poder continuar funcionando como sociedad”. | Foto: Getty

Esta disminución del 0,65 % es la más importante desde 1968, el primer año en que existen estadísticas comparables, añadió el ministerio.

Además, por primera vez, las 47 prefecturas del país registraron un declive demográfico.

Muchos países desarrollados enfrentan bajas tasas de natalidad y envejecimiento demográfico, pero el problema es realmente agudo en Japón, donde la población está en declive desde hace 14 años.

La segunda población más envejecida del mundo

El archipiélago asiático presenta la segunda población más envejecida del mundo, después de Mónaco, y su primer ministro Fumio Kishida advirtió en enero que el país estaba “en el umbral de poder continuar funcionando como sociedad”.

En los últimos 70 años, la edad promedio global pasó de 25 a 33 años, lo que evidencia el proceso de envejecimiento que sufre el planeta | Foto: Getty

Por contra, la población de residentes extranjeros creció en 289.498 personas en 2022, un aumento del 10,7 %, y alcanza casi tres millones de habitantes, un nivel récord.

Japón dispone de estrictas normas migratorias, pero el Gobierno las ha ido flexibilizando para resolver los problemas de escasez de mano de obra.

Este aumento en la población extranjera coincidió con la relajación de los controles fronterizos implementados durante la pandemia.

“El declive de número de niños y de habitantes es una cuestión importante que afecta la sociedad, la economía y el bienestar de Japón”, advirtió el miércoles el portavoz gubernamental Hirokazu Matsuno.

El país, de 125 millones de habitantes, registró menos de 800.000 nacimientos el año pasado, el número más bajo desde que se recogen estadísticas.

El mes pasado, Kishida presentó un plan de 25.000 millones de dólares para ayudar a los jóvenes y las familias a aumentar la tasa de natalidad.

Preocupados por cifras de natalidad en el país

El primer ministro japonés, Fumio Kishida, recibió numerosas críticas después de que su partido sugiriera aliviar la deuda estudiantil bajo la condición de tener hijos, con el fin de intentar detener la caída de la natalidad en el país.

Sin importar el apoyo y las reacciones a las medidas, el primer ministro prometió un aumento de las prestaciones familiares y de los importes de las licencias parentales, subrayando que solo queda una “última oportunidad” para intentar detener el drástico declive de la población japonesa.

Mientras que el 85,1 % de las mujeres se dieron de baja por maternidad entre 2021 y marzo de 2022, solo un 13,97 % de los hombres lo hizo debido a su "preocupación de que tomarse un tiempo libre pueda incrementar la carga de trabajo de sus compañeros". | Foto: Doable

Sin embargo, Kishida ha prometido subir los salarios de los trabajadores jóvenes y de aumentar la asistencia económica para crear un entorno propicio que permita criar hijos sin preocupaciones, según ha informado la agencia de noticias japonesa Kyodo.

Casi un 30 % de los 125 millones de habitantes de Japón tienen 65 años o más, un récord mundial después de Mónaco. Y el número de nacimientos en el país cayó en 2022 por debajo de los 800.000, un nivel mínimo desde que comenzaron a realizarse estas estadísticas, en 1899.

“Dentro de seis o siete años, será la última oportunidad para invertir la tendencia descendente de la natalidad”, advirtió Kishida en una conferencia de prensa sobre las nuevas medidas del Gobierno en este frente.

El jefe del ejecutivo había prometido “centrar la atención en políticas relativas a los niños y la infancia como un tema que no puede esperar y que no puede ser pospuesto”. “Japón está al límite de poder seguir funcionando como sociedad”, afirmó el primer ministro.

*Con información de AFP