California deberá reducir el uso de paquetes de plástico no reciclable en al menos 30 % en seis años, tras promulgar una ambiciosa ley que coloca la responsabilidad de la lucha contra la contaminación en los productores.

La normativa, aprobada de forma unánime en el Senado estatal, exige que para el 1 de enero de 2028 al menos 30 % de los embalajes de plástico en el estado sean reciclables, elevando ese porcentaje a 65 % para 2032.

“California no tolerará desechos plásticos saturando nuestros drenajes y dificultándonos respirar. Estamos colocando la responsabilidad en quienes contaminan y eliminando el plástico desde la fuente”, dijo el gobernador Gavin Newsom tras firmar la ley este jueves.

El instrumento legal obliga a reducir en tres años un 25 % del poliestireno expandido no reciclable, prohibiendo totalmente su uso en caso de no alcanzar esta meta en 2025.

Impone además la disminución en 25 % del uso de envases de plástico de uso único para 2032.

“Esta es la legislación sobre la reducción de residuos plásticos más completa del país”, reaccionó la organización ambiental The Nature Conservancy.

En California, alrededor de 85 % de los residuos plásticos terminan en rellenos, de acuerdo con el boletín sin fines de lucro CalMatters. La ley coloca la responsabilidad sobre el uso de embalajes plásticos no reciclables en los productores y no en los usuarios, algo aplaudido por organizaciones ambientales.

“Reducir la contaminación por plástico desde la fuente reducirá las emisiones que van al aire y al agua y reducirá el plástico que llega a nuestros océanos”, tuiteó la no gubernamental Oceana.

El texto también incluye multas de hasta 50.000 dólares por día para compañías o instancias que incumplan lo establecido. Además, exige que el sector industrial contribuya con hasta 5.000 millones de dólares para un fondo que será destinado a apoyar a las comunidades afectadas por el descarte de residuos plásticos.

“Incontables horas de trabajo nos llevaron a este momento”, tuiteó el senador regional Ben Allen al celebrar la aprobación el miércoles de la ley SB54, de la cual es autor.

“Es hora de que California guíe a la nación y al mundo en el freno a la crisis del plástico. Nuestro planeta no puede esperar”, agregó Allen.

Crean plástico degradable hecho de partes de plantas

Científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), en Suiza, desarrollaron un nuevo plástico, similar al PET, que se fabrica fácilmente a partir de las partes no comestibles de las plantas.

En este sentido, este nuevo material tiene las propiedades del plástico tradicional. Es duro, resistente al calor y una buena barrera contra gases como el oxígeno, lo que lo convierte en un candidato prometedor para el envasado de alimentos y, además, debido a su estructura también puede reciclarse químicamente y degradarse hasta convertirse en azúcares inocuos en el medioambiente.

Según los autores, cada vez es más evidente que alejarse de los combustibles fósiles y evitar la acumulación de plásticos en el medioambiente es fundamental para afrontar el reto del cambio climático. En este sentido, se están realizando esfuerzos considerables para desarrollar polímeros degradables o reciclables a partir de material vegetal no comestible, denominado “biomasa lignocelulósica”.

Precisan que producir plásticos competitivos basados en la biomasa no es sencillo. Hay una razón por la que los plásticos convencionales están tan extendidos, ya que combinan bajo costo, estabilidad térmica, resistencia mecánica, procesabilidad y compatibilidad, características que cualquier sustituto alternativo del plástico debe igualar o superar, por lo que hasta ahora, la tarea ha sido un reto.

Pero ahora científicos dirigidos por el profesor Jeremy Luterbacher, de la Escuela de Ciencias Básicas de la EPFL, han desarrollado con éxito un plástico derivado de la biomasa, similar al PET, que cumple los criterios para sustituir a varios plásticos actuales y que, además, es más respetuoso con el medioambiente.

“Básicamente, solo tenemos que ‘cocinar’ madera u otro material vegetal no comestible, como los residuos agrícolas, en productos químicos baratos para producir el precursor del plástico en un solo paso, explicó Luterbacher. Al mantener la estructura del azúcar intacta dentro de la estructura molecular del plástico, la química es mucho más sencilla que las alternativas actuales”.

La técnica se basa en un descubrimiento que Luterbacher y sus colegas publicaron en 2016, en el que la adición de un aldehído podía estabilizar ciertas fracciones del material vegetal y evitar su destrucción durante la extracción. Al reutilizar esta química, los investigadores pudieron reconstruir un nuevo producto químico de base biológica útil como precursor de plástico.

Las propiedades tan completas de estos plásticos podrían permitir su uso en aplicaciones que van desde los envases y los textiles hasta la medicina y la electrónica. Los investigadores ya han fabricado películas para envases, fibras que podrían hilarse para fabricar ropa u otros tejidos, y filamentos para la impresión en 3D.

*Con información de AFP.