¿Qué tiempo hace en Papúa Nueva Guinea?
Eso es lo que un hombre quería saber cuando se puso en contacto con Meteomatics, una empresa privada de predicción meteorológica de San Galo (Suiza). Quería reproducir en Francia el clima de la isla oceánica para las iguanas que criaba allí.
“Fue una petición un tanto extraña”, explica a DW Alexander Stauch, director de marketing de Meteomatics.
La empresa suiza de predicción meteorológica está acostumbrada a peticiones inusuales. Su software de pronóstico meteorológico y sus drones son utilizados en todo el mundo por planificadores de festivales, la industria de defensa y muchos otros sectores.
El pronóstico meteorológico es cada vez más importante en una época en la que los fenómenos extremos se están convirtiendo en la norma. Aunque muchos gobiernos siguen comprometidos públicamente a limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, cada vez hay más consenso en que los seres humanos tendrán que adaptarse a los fenómenos meteorológicos extremos que conlleva el calentamiento del planeta.
Aumentan las pérdidas económicas
El ser humano no puede controlar el tiempo (todavía). Pero los científicos sí pueden predecir el tiempo que hará, y cada vez con mayor precisión. Estudios recientes demuestran que una proyección a cinco días es hoy tan exacta como lo era una con un día de anticipación en los años ochenta. Los pronósticos son una herramienta vital para salvar vidas, pero también pueden salvar a gobiernos y empresas de pérdidas financieras catastróficas en caso de condiciones meteorológicas extremas.
El número de muertes humanas por fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones, ciclones y sequías, ha disminuido en las últimas cinco décadas, según un estudio de 2023 de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Esto se ha debido sobre todo a la implantación de sistemas de alerta temprana de peligros múltiples.
Las pérdidas económicas, en cambio, han aumentado. Un informe de 2021 del Banco Mundial estima que la mejora de la recopilación y el intercambio internacional de datos meteorológicos reportará beneficios socioeconómicos adicionales por valor de más de 5.000 millones de dólares (4.700 millones de euros) al año.
Las economías vulnerables quedan al margen
Aunque la tecnología ha mejorado, el acceso a ella no lo ha hecho por igual en todo el mundo. Los datos y la tecnología de pronósticos en los países industrializados están mucho más avanzados que en los países en desarrollo. Esto plantea un problema particular, porque los países en desarrollo son también mucho más vulnerables a los daños causados por condiciones meteorológicas extremas.
Según el informe de la OMM, desde 1970, la gran mayoría de las catástrofes meteorológicas en los países más desarrollados provocaron pérdidas económicas inferiores al 0,1 por ciento del PIB de ese país. Los países menos desarrollados son mucho más propensos a sufrir catástrofes que ocasionan pérdidas económicas superiores al 5 por ciento del PIB, algunas de ellas de hasta el 30 por ciento. Algunas catástrofes en pequeños países insulares causaron pérdidas económicas superiores al 100 por ciento del PIB.
“Los agricultores se enfrentan a condiciones extremadamente duras y difíciles”, declaró a DW Ravi Kumar, miembro del grupo de trabajo sobre seguridad alimentaria y cambio climático de la Organización Mundial de Agricultores (WFO).
La WFO aboga por desarrollar mejores soluciones tecnológicas para los agricultores de los países en desarrollo. Eso incluye mejores sistemas de previsión, ofrecidos en las lenguas locales y con interfaces fáciles de usar, para ayudar a los agricultores a saber cuándo plantar sus hortalizas o proteger su ganado. Pero alguien tiene que pagar por ello.
*Análisis de la DW.