El Gobierno del presidente Vladimir Putin lanzó una nueva campaña en la búsqueda de jóvenes que se unan a las fuerzas militares, tras la prolongación de la invasión a Ucrania, que cumplió un poco más de un año y que ha significado la muerte o heridas causadas a más de 10.000 soldados, según estimaciones de la Organización de Naciones Unidas, ONU.
Sin embargo, las cifras no son fiables, por cuanto Rusia no ha entregado un reporte oficial sobre esas bajas, aunque ha estimado que estas no superan los 6.000.
Por ello emprendió una ofensiva para que muchos jóvenes se sumen a las tropas para reemplazar a quienes han muerto o han resultado heridos.
Se trata de una campaña en la que el Gobierno ruso ofrecen primas en efectivo y otros beneficios llamativos y en la que los reclutadores se comunican directamente con los hombres aptos o adelantan contactos con universidades y agencias de servicios sociales para intentar convencer a jóvenes y desempleados de sumarse a las filas.
En septiembre pasado, las Fuerzas Militares rusas hicieron una llamada parcial a las armas a los más de 30.000 reservistas, pero muchos no solo desatendieron la convocatoria porque se incluía a hombres hasta de 65 años, sino que otros prefirieron abandonar ese país para evitar el enrolamiento a las tropas.
Aunque las autoridades también emplearon incentivos financieros entonces y formaron batallones de voluntarios, la iniciativa claramente no bastó, porque el mandatario ruso recurrió más tarde a la movilización parcial.
Y aunque el Gobierno de Putin descartó una nueva convocatoria a los reservistas, sí inició la campaña que ya ha sido objeto de cuestionamientos y con la cual se ofrecen beneficios a quienes se presenten de manera voluntaria.
Y lo hace de esta manera, según la analista rusa, Kateryna Stepanenko, del Institute of the Study of War, un grupo de estudios con sede en Estados Unidos para “evitar declarar una segunda oleada de movilización formal”, tras el fracaso del anterior intento.
“Ya han reclutado a una parte considerable de la gente que tenía incentivos financieros el pasado verano. Y tuvieron problemas para hacerlo el año pasado”.
En esta oportunidad, de acuerdo con medios rusos, incluso, hombres de todo el país han recibido citaciones por parte de oficinas de alistamiento, en la que aunque, en la mayoría de los casos, se les pide una actualización de datos, otros son convocados para recibir instrucción militar.
El procedimiento fue justificado por el vocero del Kremlin Dmitry Peskov quien la semana pasada dijo que se trata de una “práctica habitual” y una “labor continua”.
Los beneficios ofrecidos
De acuerdo con anuncios que han aparecido en portales oficiales y en cuentas en redes sociales de instituciones y organizaciones estatales, como bibliotecas y escuelas secundarias, son varios los beneficios que recibirán en caso de decidir enrolarse en el Ejército.
El Gobierno local de la región occidental de Yaroslav, en la campaña ofreció una prima única de unos 3.800 dólares por hacer parte de las filas y un salario mensual de hasta 2.500 dólares.
Para quienes sean enviados al frente en Ucrania, se les promete unos 100 dólares diarios por “participación en operaciones de ofensiva activa” y de 650 dólares “por cada kilómetro de avance en equipos de asalto”.
También tendrían exenciones fiscales y una devolución de préstamos, sus hijos tendrían preferencia en admisiones universitarias y habría compensaciones generosas para su familia si resultaba herido o moría en combate. También obtendría la condición de veterano de guerra, lo que conllevaba aún más ventajas.
Sin embargo, se han presentado denuncias de presiones a los jóvenes. El fundador de un grupo llamado Vaya por el Bosque que ayuda a los hombres a evitar el reclutamiento, Grigory Sverdlin, aseguró que han recibido hasta 100 mensajes diarios de hombres que piden consejo sobre cómo gestionar las citaciones. Anteriormente, estas no superaban las docenas.
Denunció que, por ejemplo, que en la región de Vologda, ubicada a unos 400 kilómetros al norte de Moscú, el grupo recibió quejas relacionadas con jóvenes que son obligados a “firmar un papel que les prohíbe salir de la región”, tras cumplir con la citación de la oficina de reclutamiento.
La analista rusa, Kateryna Stepanenko, consideró que la actual campaña de reclutamiento es una demostración de que el Ejército es consciente de sus necesidades de personal en Ucrania.
“Lo que nos dijo la campaña de movilización anterior de 300.000 militares es que no basta para formar un grupo de ataque suficiente para que Rusia siga adelante con sus operaciones ofensivas”, señaló.
Esta convocatoria se presenta en momentos en los que tanto Rusia como Ucrania preparan contraofensivas que podrían costar aún más vidas.
* Con información de Europa Press y AFP
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