En medio de la emergencia por los incendios forestales en Canadá, y tras las afectaciones que la humareda está teniendo el Estados Unidos, este miércoles 7 de junio, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció la llegada de “cientos de bomberos estadounidenses” al país para hacer frente a los incendios que afectan a varias zonas del país.
Trudeau, aprovechó para indicar que hay más bomberos “en camino”, y afirmó que ha mantenido una llamada telefónica con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a quien le agradeció “toda la ayuda que los estadounidenses están prestando mientras seguimos luchando contra estos devastadores incendios forestales”.
Así, remarcó que estos incendios están afectando a las rutinas diarias, las vidas y los medios de subsistencia, y la calidad el aire. “Estamos viendo cada vez más este tipo de incendios debido al cambio climático”, aseveró, al tiempo que indicó que su Administración trabajará, también “con socios de todo el mundo”, para “hacer frente al cambio climático y abordar sus efectos”.
Después de Alberta y Nueva Escocia, Quebec enfrenta incendios “nunca antes vistos”. Actualmente, hay 150 activos y de ellos un centenar está fuera de control. Y no se esperan lluvias importantes antes del lunes por la noche.
Quebec movilizó cientos de personas para combatir el fuego y espera llegar a 1.200 con la ayuda internacional, especialmente con el arribo de bomberos franceses. “Vemos que estamos en un peor año de lo que ya tuvimos y nuestros recursos están al límite”, declaró por su parte Trudeau, al resaltar la necesidad de prepararse mejor ante “esta nueva realidad”.
Canadá, que ha sufrido este año la quema de cuatro millones de hectáreas por incendios forestales, tenía registrados el martes más de 400 fuegos. El clima seco y los fuertes vientos han contribuido a la expansión de las partículas hacia Estados Unidos, procedentes principalmente de Quebec y Nueva Escocia.
El humo alcanza a Estados Unidos
Este evento es “otra señal preocupante de la manera en que la crisis climática afecta nuestras vidas”, declaró la vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, este miércoles.
En Nueva York, la Estatua de la Libertad y los rascacielos de Manhattan se encuentran cubiertos con una neblina naranja y café, mientras que las máscaras, vestigios de la pandemia, reaparecen en las calles.
La visibilidad es tan compleja que la agencia estadounidense de aviación civil (FAA) ralentizó el transporte aéreo e incluso mantuvo en el suelo a algunos aviones en la región. El gobierno estadounidense llamó a sus ciudadanos de salud frágil a “tomar precauciones” ante la calidad del aire.
Más de 100 millones de habitantes se veían afectados el miércoles por alertas por la calidad del aire debido a los incendios en Canadá, declaró a la AFP la Agencia de Protección Ambiental (EPA).
Estas alertas afectan a la mayor parte del noreste de Estados Unidos, desde Chicago en el norte hasta Atlanta en el sur.
Evacuaciones en Canadá
Más de 20.000 canadienses han sido evacuados, más de la mitad en Quebec, en donde el gobierno se prepara para trasladar a otros 4.000. “Cuanto más pasa el tiempo, mayor es el desafío”, dijo Legault.
Desde principios de año se registraron 438 incendios en esa provincia francófona, frente a una media de 200 en el mismo periodo de tiempo en los últimos diez años. También es excepcional la cantidad de hectáreas quemadas en esta época del año, según las autoridades.
Todo Canadá pasa por un año sin precedentes: se han registrado 2.203 incendios forestales y se quemaron casi 3,8 millones de hectáreas; una cantidad muy superior a la media de los últimos decenios.
Canadá, que por su situación geográfica se recalienta más rápido que el resto del planeta, ha enfrentado en los últimos años fenómenos meteorológicos extremos, cuya intensidad y frecuencia se incrementaron por el cambio climático.