Canadá declaró al grupo de ultraderecha Proud Boys como una entidad terrorista y la sumó a la lista de las organizaciones que consideran una amenaza para su país. Así las cosas, el movimiento pro-Trump hace parte de una lista que incluye al autodenominado estado islámico (ISIS), Al-Qaeda, al –Shabab, entre otros. El anuncio lo hizo en las últimas horas el ministro de Seguridad Publica de ese país, Bill Blair, quien dijo en nombre también de su primer ministro, Justine Trudeau, que la violencia de extrema derecha en el país vecino, era una preocupación muy seria para su nación. Proud Boys es uno de los grupos extremistas que entraron armados al Capitolio en Washington el 6 de enero y violentaron el lugar, dejando un saldo de cinco muertos.
De acuerdo con la ley canadiense, al ser una organización designada como un grupo terrorista, como sucedió hoy con Proud Boys, debe enfrentar consecuencias legales y financieras. La policía tiene ahora derecho de revisar y confiscar la propiedad de quienes sean miembros de dicho grupo en su territorio y los bancos pueden incautar sus activos y hacerle seguimiento a el dinero que obtienen.
La designación es también una advertencia para los canadienses, pues es considerado un crimen cualquier tipo de asistencia que se les brinde, económica o de logística. A los miembros identificados de Proud Boys o que ellos mismos se reconozcan como tales, se les prohibirá la entrada a Canadá y estarán en alerta las autoridades migratorias en todas sus fronteras. A la lista canadiense se sumaron también dos grupos neonazis de los Estados Unidos que se cree estarían planeando ataques en el exterior, incluyendo países vecinos como Canadá y México.
Según el Southern Poverty Law Center, que rastrea los grupos de odio en Estados Unidos, Proud Boys es una agrupación extremista antimusulmana y misógina -reivindica su machismo-, que participó en la manifestación nacionalista blanca de Charlottesville en 2017 junto a miembros del KKK, neonazis, antisemitas y otras milicias de ultraderecha.
Suelen confrontarse violentamente en las manifestaciones con los simpatizantes de “antifa”, un amorfo movimiento antifascista. Identificados con los colores negro y amarillo, los Proud Boys ganaron notoriedad cuando el entonces presidente Donald Trump les dijo “retrocedan y esperen”, durante un debate en septiembre del año pasado con quien entonces era el candidato demócrata, Joe Biden.
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Esta semana se supo que el cubanoamericano Enrique Tarrio, líder de la milicia y quien fue detenido en Washington unas horas antes de los disturbios en el capitolio, colaboró con la policía y el FBI a cambio de reducir una sentencia por fraude. El caso se remonta a 2012, cuando Tarrio fue arrestado y acusado de seis cargos por un fraude vinculado al robo y reventa de tiras reactivas para diabéticos, junto a otros dos colaboradores. Un año después se declaró culpable de cuatro cargos. La revelación es curiosa porque muestra que una persona vigilada de cerca por las autoridades por su vinculación con el extremismo de ultraderecha y participación en manifestaciones violentas, en el pasado colaboró generosamente con esas mismas autoridades. Tarrio fue sentenciado.