A través de un comunicado expedido por el Gobierno del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, este viernes las autoridades de ese país anunciaron que, a partir de mediados del presente mes de agosto, entrará en vigor una providencia que establece la prohibición de la importación de armas de fuego a su territorio.
Según explican las autoridades de Canadá, la medida tomada tiene como propósito frenar una ola de violencia armada que estaría agobiando a los ciudadanos de ese país en los últimos meses.
A través de una rueda de prensa, el ministro de Seguridad Pública de ese país, Marco Mendicino, afirmó que esos elementos “tienen un solo propósito: matar personas”, advirtiendo que Canadá está comprometida con que el monopolio, efectivo, de las armas, quede bajo tutela de las autoridades y cuerpos de seguridad.
En ese mismo sentido, además de la providencia que prohíbe la importación de armamento, Canadá también emitió una directriz, según las autoridades de carácter temporal, que prevé que también se prohíba el uso de estos adminículos por parte de particulares y empresas.
Sobre la vigencia de dicha medida, el funcionario de seguridad afirmó que se prevé que la normativa esté operando hasta la denominada “congelación nacional”, época que se tiene calculada durante el próximo otoño boreal.
Ante el anuncio de las autoridades canadienses, múltiples voces también se han pronunciado para celebrar la medida, siendo una de ellas la del denominado grupo PolySeSouvient, que, de acuerdo con lo explicado por medios internacionales, “representa a sobrevivientes y familias de víctimas de la violencia armada”.
Para dicha agremiación de víctimas, la medida derivada del gobierno de Trudeau es ‘acertada’, calificándola a su turno de “importante e innovadora”, mostrando positivos frente al buen puerto al que llevará a Canadá dicha disposición.
Sobre el particular, el grupo PolySeSouvient también se mostró esperanzado en que la medida sirva para frenar o retrasar la expansión del comercio de armas de fuego, recordando que, además, actualmente en el Parlamento de ese país hace curso un proyecto de ley que persigue la congelación de dicho comercio.
Pese a las voces que celebraron la disposición del Gobierno, también se escucharon voces disidentes tras el anuncio. Una de ellas, la de la denominada Coalición Canadiense por los Derechos de las Armas de Fuego (CCFR), entidad que a través de sus voceros expresó su desagrado con la medida.
Para los miembros de la CCFR, el anuncio de la prohibición de la importación de armas, se configura como “otro abuso del procedimiento con fines políticos”.
En ese mismo sentido, la referida Organización puntualizó que, si el deseo del Gobierno se refiere a ‘reforzar la seguridad pública’, la medida se concentraría en lograr prohibir la ‘importación ilegal’, centrando esta situación en el comercio de revólveres y pistolas.
En su pronunciamiento, Rod Giltaca, director general del CCFR, explicó que la medida del gobierno Trudeau es abusiva, en tanto corta los derechos a un grupo de canadienses que están ‘autorizados y verificados’ para la posesión de armas de fuego, alegando que ese proceso se ha amparado por la legalidad, y que es un derecho adquirido hace cerca de 100 años.
En ese mismo sentido, analistas expertos en seguridad, citados por la agencia AFP, han reiterado que, tal y como lo advierte la CCFR, el foco de inseguridad se deriva del negocio de la entrada ‘ilegal’ de armas a territorio canadiense, aclarando a su vez cuál es el país de origen de dicho arsenal ilegal: EE. UU.
Dicha situación ha sido corroborada con la incautación, en días pasados, por parte de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA), de dos importantes cargamentos de armas que pretendían ser ingresadas a través del oeste del país.
En ese sentido, las autoridades explicaron que las armas incautadas corresponden a un arsenal denominado “fantasma”, en tanto carecen de número serial, por lo que resultan difíciles de rastrear.
Datos de las autoridades canadienses, retomados por las agencias internacionales, advierten que entre el primero de enero de 2019 y el 30 de junio de 2022, las autoridades han confiscado, en la costa Pacífica, un total de 581 armas de fuego, que intentaban ingresar escondidas en cargamentos de productos del comercio internacional.
La medida de Canadá va en la misma dirección de lo anunciado meses atrás por su presidente, Justin Trudeau, con ocasión del incremento de los fatídicos tiroteos en Estados Unidos.
En el mes de Mayo, Trudeau había establecido que pondría en marcha un plan para la “congelación nacional de la posesión de armas de fuego”.
Contrario a lo esperado, el entonces anuncio hecho por Trudeau, incentivó a masivas compras de armas, antes de que entrara en vigor la propuesta del mandatario, llevando incluso a que se agotaran las existencias de algunas armas en los anaqueles de las tiendas autorizadas.
Según medios internacionales, se estima que en todo el territorio canadiense, existen al menos 2.500 tiendas de armas, estadística que también muestra que en un país de 38 millones de habitantes, al menos 1 millón de ellos poseen armas de tipo revólver o pistola.
Sobre las cifras de inseguridad en Canadá, también es importante notar que de acuerdo con las estadísticas, “entre 2009 y 2021 las pistolas y revólveres fueron el tipo de arma más utilizada en los homicidios cometidos con arma de fuego” .
*Con información de la AFP.