Ya son tres los ministros que han renunciado al Gobierno de Jair Bolsonaro en las últimas semanas. A la salida hace un par de semana del general Eduardo Pazuello, quien era el titular de la cartera de Salud, se sumaron las dimisiones de los ministros de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, y de Defensa, general Fernando Azevedo e Silva.
Ambas renuncias se produjeron este lunes, aunque el primero en presentar su carta de salida fue el canciller Araújo, mientras que horas después el general Azevedo indicó que también abandonaría el Gobierno de Bolsonaro, que pasa por uno de sus momentos más difíciles desde que inició en 2019.
“Agradezco al presidente de la República (Jair Bolsonaro), a quien dediqué mi lealtad a lo largo de estos más de dos años, la oportunidad de haber servido al país como ministro de Defensa”, según una nota divulgada por el despacho del general.
El exministro no aclaró cuáles fueron las razones de su salida del gabinete. Sin embargo, manifestó que desde que asumió el cargo, hace dos años, siempre mantuvo “a las Fuerzas Armadas como instituciones del Estado” e igualmente indicó que las FF. AA. “nunca escatimarán esfuerzos para atender las necesidades y emergencias de la población brasileña”.
En el texto, el exfuncionario señala que se va “con la certeza de la misión cumplida”.
Este salida coincidió con la de Araújo, quien terminó cediendo a las presiones de los congresistas oficialistas, quienes no estaban de acuerdo con la política exterior que ha desarrollado hasta el momento el Gobierno de Bolsonaro.
En un documento divulgado por congresistas de ese país se criticó fuertemente la política exterior brasileña y se manifestó el país se ha convertido en un paria mundial. “Nuestra política externa es desastrosa y ayudó a convertir a Brasil en un paria mundial y una amenaza global” por el descontrol a que ha llegado la pandemia. “Su actuación compromete hasta la obtención de vacunas destinadas a salvar la vida de millones de brasileños”, dice el documento.
Salida del ministro de Salud en plena crisis
Hace dos semanas, Bolsonaro también se vio obligado a aceptar la renuncia de su ministro de Salud, el general Eduardo Pazuello, luego de las constantes críticas a su gestión, pues Brasil es uno de los países más afectados por la pandemia del coronavirus y uno de los que peor ha manejado la situación, según expertos de todo el mundo.
Pazuello fue reemplazado por el cardiólogo Marcelo Queiroga, la cuarta persona en este puesto desde que se inició el periodo de Bolsonaro el 1.° de enero de 2019. Es decir, que en promedio cada funcionario ha estado como ministro de Salud unos siete meses.
El presidente manifestó que Queiroga tiene mucha más experiencia en el sector que su antecesor, que nunca había tenido ninguna relación con la salud, y es un militar experto en logística. Según el jefe de Estado, el ministro saliente partirá “para una parte más agresiva en lo relacionado con el combate al virus” y agradeció la labor de Pazuello, a pesar de los malos resultados.
Debido a su posición política, muy similar a la adoptada por el expresidente Donald Trump en Estados Unidos, organizaciones internacionales han criticado constantemente el trabajo de la Administración Bolsonaro frente a la covid-19.
La Organización Mundial de la Salud se ha mostrado “profundamente preocupada” en varias ocasiones por la situación en el país suramericano, ya que considera que en algunos lugares de Brasil la amenaza se está volviendo “extrema”.
“A menos que se tomen medidas serias, la tendencia ascendente que ahora inunda el sistema de salud y supera su capacidad provocará más muertes”, dijo sobre el caso el director general de la OMS, Tedros Adhanom Gebreyesus.
Actualmente Brasil es el segundo país con más contagios de todo el mundo, con un registro de 12,5 millones de casos positivos.
Solo este domingo se contabilizaron 44.326 casos, una cifra similar a la reportada por Estados Unidos, país en el que hubo 45.000 casos nuevos. Por otra parte, el país sudamericano registra 312.000 fallecidos a causa de la pandemia, la segunda peor cifra, también después de Estados Unidos.