La Policía argentina detuvo este sábado al jefe del operativo de seguridad del partido entre Gimnasia y Boca que la noche del jueves terminó con un muerto tras disturbios en los alrededores del estadio de la ciudad de La Plata.

Juan Manuel Gorbarán, de 47 años y comisario a cargo del dispositivo policial en el encuentro por la liga argentina, fue acusado de estrago doloso y detenido por orden del juez Agustín Carlos Crispo.

El magistrado también ordenó el arresto de Nahuel Falcón, un oficial de 36 años que en medio de los desmanes le disparó a un camarógrafo de televisión, bajo acusación de lesiones calificadas.

Los incidentes, que tuvieron lugar la noche del jueves durante un determinante encuentro por la liga argentina entre Gimnasia y Boca, terminaron con la muerte de un hincha.

César Regueiro, un simpatizante de Gimnasia de 57 años, falleció de una crisis cardíaca en los alrededores del estadio Juan Zerillo cuando intentaba poner a salvo a sus dos nietos, de 5 y 6 años, de una nube de gases lacrimógenos lanzados por la policía.

El objetivo de las fuerzas de seguridad era dispersar a decenas de socios que trataban de ingresar al estadio con entradas en la mano a pesar de que la capacidad del escenario estaba colmada.

Los gases llegaron a la cancha, lo que obligó al árbitro a suspender el encuentro a los 9 minutos. Asimismo, miles de personas, entre ellas los jugadores y los cuerpos técnicos, empezaron a sufrir el ardor de los ojos y los ahogos, en medio de escenas de pánico que involucraron a familias enteras con niños.

Regueiro es el cuarto muerto en lo que va del año por violencia en las canchas, dijo la oenegé Salvemos al Fútbol, según la cual el número total de fallecidos desde 1931 asciende a 342.

Liga Argentina toma polémica decisión tras la tragedia

Apenas horas después de los violentos incidentes que obligaron a suspender el partido Gimnasia-Boca, duelo decisivo por el título, con un hincha muerto como saldo, la Liga Profesional-2022 del fútbol argentino continuará su ruta sin descanso a la definición con el comienzo de la fecha 24.

La ausencia de jornadas libres, y la necesidad de concluir el campeonato a cuatro semanas del comienzo del Mundial Catar 2022, obliga al fútbol argentino a seguir adelante con su programa de partidas, aun cuando parece que no se ha diluido el efecto de la violenta represión policial por la que se debió suspender el Gimnasia-Boca a los 9 minutos de juego.

El cotejo entre dos de los principales animadores del torneo apenas había comenzado, mientras en las afueras del estadio se oían las detonaciones de lanzamiento de balas de goma y gases lacrimógenos, que no tardaron en trasladarse a las tribunas y al campo de juego, por lo que los jugadores se retiraron afectados.

La noche en el estadio Juan Carmelo Zerillo en el bosque de La Plata, a 50 km al sur de Buenos Aires, se convirtió en una trampa en la que miles de espectadores buscaron escape de la agresión policial, que al parecer se originó cuando cientos de hinchas llegaban sobre la hora y pugnaban por ingresar en un escenario ya abarrotado con casi 30.000 personas.

La tragedia

En medio de las corridas, el simpatizante de Gimnasia César Regueiro, de 57 años, sufrió un paro cardiorrespiratorio y falleció mientras era trasladado al hospital San Martín de La Plata, según anunció luego Sergio Berni, ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires.

Luego de los graves disturbios que podrían haber derivado en una tragedia similar a la sucedida en Malang, Indonesia, hace menos de una semana, las autoridades anunciaron de inmediato una serie de investigaciones para hallar a los responsables de lo sucedido.

La violencia parece pisar de nuevo en el fútbol argentino, con incidentes que suceden lo ocurrido días atrás en el duelo entre Boca y Quilmes por la Copa Argentina, cuando hinchas del equipo cervecero, de segunda división, se trenzaron en batalla con la Policía de Mendoza (oeste).

En medio de este panorama, la Liga Argentina busca su resolución con cuatro fechas por delante, que deben disputarse antes de fin de mes, en una carrera contrarreloj que promete partidos durante casi todos los días.