Mario Antonio Palacios, exmilitar de nacionalidad colombiana, y uno de los principales sospechosos del asesinato del presidente haitiano, Jovenel Moïse, fue capturado en Jamaica a finales del año pasado. Palacios es uno de los militares que aparentemente llegó en cumplimiento de un contrato que firmaron con una empresa de seguridad con sede en Miami, pero con representación legal de un ciudadano venezolano, identificado como Antonio Emanuel Buitrago.
La Interpol suministró a SEMANA una fotografía de Mario Antonio Palacios, con el número de expediente 2021/46389, que indica la oficina de origen Puerto Príncipe (Haití). La Organización Internacional de Policía Criminal advierte en el cartel a la colectividad que tenga cuidado porque el hombre estaba “armado y es peligroso”.
El pasado 22 de agosto, SEMANA reveló en exclusiva el relato que, desde su escondite, ofreció Mario Palacios Palacios, quien en ese momento dijo que prefería tirarse al mar que entregarse.
El exmilitar colombiano fue el único que logró huir de la sangrienta persecución que vivieron los colombianos tras el asesinato del presidente de Haití, y que dejó a varios de sus compañeros muertos.
“Quiero decir la verdad, contar la verdad de todo lo que pasó. Yo ando prófugo de la justicia acá (en Haití) porque acá no hay garantías de nada. Acá la Policía es torcida toda. Acá no hay nada. Esto es tierra de nadie. Entonces me he salvado por mi color de piel, he estado escondiéndome en algunos sitios todo el día, no duermo casi, estoy muy preocupado por mi vida (...). No me pienso entregar tampoco y si me toca tirarme al mar, me tiro”, dijo Palacios a este medio.
El pasado mes de julio, la policía de Haití difundió el cartel de ‘Se busca’, en contra de este militar colombiano retirado. Tenía fotografías en uniforme que justamente reposan en la hoja de vida del Ejército Nacional, además, otras imágenes donde se ve, aparentemente, de turista por República Dominicana. Palacios había llegado con el resto de compañeros contratados por la empresa CTU Security y estaría prófugo de la justicia haitiana, junto a otros cuatro colombianos que aún no han sido identificados.
La Policía de Colombia aseguró en una rueda de prensa en julio pasado que hasta el momento se han identificado 21 colombianos que habrían participado del magnicidio en contra del presidente de Haití. 18 fueron capturados y tres fallecieron en el operativo que adelantó la policía de ese país, luego del asalto a la casa presidencial.
Palacios aseguró a SEMANA no haber participado en el magnicidio del presidente haitiano. “No sé quién lo mató. Lo digo de corazón por mi familia, por mis hijos. No sé quién lo mató porque cuando yo llegué a esa habitación ya estaban los comandos Yepes y el señor Romero”. Agregó que a ese punto el presidente ya estaba muerto y él solo se enteró de ese supuesto giro del plan en ese momento.
Cuando eso sucedió, salieron huyendo. “Se vinieron los otros policías en contra de nosotros, con todo a masacrarnos”. Los colombianos se habían escondido en una casa del barrio. “Ellos nos masacraron. Nos masacraron ahí”, agregó. “Se nos metieron a la casa. Al señor Romero lo mataron con una granada de mano. Se la lanzaron. Le cayó a él y cayó muerto. Al señor Manuel lo hirieron también. Quedó ahí tirado. Dijo ‘muchachos, váyanse’”, narró.
Mario Palacios continuó con su extenso testimonio: “Ellos nos masacraron. Nos masacraron ahí”, repetía una y otra vez. El exmilitar narró con detalles cómo se produjo la muerte de uno de sus compañeros, el sargento primero (r) del Ejército, Mauricio Javier Romero Medina. El hombre perteneció al Batallón de Infantería 2, en Sucre, donde fue jefe de inteligencia y es uno de los tres colombianos que perdió la vida el día siguiente al asesinato del presidente.
Según Palacios, a los colombianos intentaron desde el principio asesinarlos. “Nosotros les perdonamos la vida a ellos. Ellos no nos la perdonaron a nosotros, ellos nos acribillaron con punto 50, nosotros estábamos sin munición y los tiros que hacíamos los hacíamos al aire o a las paredes... No nos dejaban respirar. Nunca nos dijeron que nos entregáramos”, relató el hoy capturado.