La Guardia Civil española anunció este miércoles la detención De Jan Fasen, un comerciante holandés que puso patas arriba la confianza de los consumidores europeos en la carne que compraban. Fasen junto a otros cuatro socios, habría vendido entre 2012 y 2013 cerca de 500 toneladas de carne de caballo pero promocionándola como carne de ternera, cuyo precio es mucho más elevado.  Ese fraude fue investigado por las autoridades francesas, pues en esa época la empresa de carne de Fasen estaba ubicada en el país galo. Apenas estalló el escándalo en Reino Unido, uno de los países donde la carne de Fasen era distribuída, las alarmas se prendieron en muchas entidades sanitarias y comenzaron las investigaciones. Le puede interesar: Los pecados de la carne Por esa razón, el holandés se fue de Francia en 2013 y llegó a España, donde se radicó en la ciudad de Calpe, en la costa mediterránea española. Sin embargo, las investigaciones galas llegaron a una conclusión el pasado mes de abril, por lo que han pedido que se capture a Fasen y se le condene a dos años de prisión por fraude en Francia. Ahora, las autoridades españolas tendrán que decidir si aceptan el pedido de extradición que ha pedido el país vecino.  En las investigaciones sobre las 500 toneladas de hace unos años, los investigadores encontraron que toda la carne que vendía la empresa de Fasen tenía porciones de carne de caballo. Incluso, afirmaron que algunas muestras correspondíasn exclusivamente a carne equina.  De igual manera, la Guardia Civil aseguró que todavía no es claro si van a extraditar a Fasen, pues todo indicaría que ya hay una investigación abierta en España por otros fraudes cometidos desde su llegada al país Ibérico. Le recomendamos: ¿Es dejar de comer carne de vaca realmente una solución para el cambio climático? Incluso, sus acciones en España podrían ser peores que las que hizo en Francia, pues la carne de caballo vendida en 2012 y 2013 era de caballo pero era apta para consumo. En cambio, habría señales de que la carne que habría vendido en España era de un tipo de caballo cuya carne podría perjudicar la salud de los consumidores.