El país del sol naciente ha tomado la decisión de castigar seriamente las expresiones catalogadas como “insultos” que se realicen a través de internet. La normativa aprobada por el Parlamento japonés, que se gestó por la muerte de una mujer en 2020 luego de sufrir ciberacoso, afirma que aquellos que ofendan a los demás por estas plataformas podrán ir a parar a la cárcel.

La ley comenzará a regir a partir de los próximos meses y castigará con penas desde los 30 días hasta el año de detención, sumado a multas desde los 10 mil yenes hasta los 300 mil para los casos más graves, lo que corresponde a unos 291 mil pesos colombianos hasta los 8,7 millones de pesos.

La normativa habría comenzado tras la muerte de Hana Kimura, una deportista que murió a sus 22 años luego de ser juzgada y acosada en redes sociales tras su aparición en un reality show. Tras su fallecimiento en 2020, su madre, la exluchadora Kyoko Kimura tomó la bandera que afectó a su hija y comenzó hacer activismo sobre el ciberacoso y ‘ciberbullying’.

Durante al audiencia en la que el Parlamento japonés debatió sobre el norte que llevaría la ley, además de discutir los límites que esta tendría ya que podría representar una vulneración a la libertad de expresión, Kyoko Kimura estuvo presente con el objetivo de velar por que se informara a la audiencia y se redujeran los crímenes por este tipo de comportamientos, así como haciendo justicia por la muerte de su hija.

Así entonces, tras las discusiones sobre los límites de la libertad de expresión y a pesar de la ambigüedad alegada por algunos críticos de la normativa, se estableció que: “Degradar públicamente la posición social de alguien sin hacer referencia a hechos específicos sobre ellos o a una acción específica”, sería catalogado como un insulto o difamación castigable por la ley, según indicó un portavoz del Ministerio de Justicia para la cadena estadounidense CNN.

Entre tanto, también se estableció que luego de tres años de haber estado vigente la ley, se volvería a revisar por el Parlamento japonés con el fin de evaluar si ha tenido un impacto positivo en la sociedad y se disminuyeron los casos de ciberacoso o no, además del impacto que esta haya tenido en la libertad de expresión.

¿Qué es el ciberacoso?

A diferencia del bullying en mundo real, el acoso cibernético puede ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento, a través de teléfonos, computadoras y consolas de juegos. El anonimato, la facilidad de acceso y abundancia de interacciones ‘online’ puede provocar que las personas que acosan y hieren a otros se sientan alentadas a hacerlo.

“Ahora que la virtualidad forma una parte crucial en nuestras vidas, es de suma importancia entender cuáles son las formas más comunes de ciberacoso para poder combatirlas y todos juntos ayudar a mantener seguros a los jóvenes en internet”, comenta Camilo Gutiérrez, jefe del Laboratorio de Investigación de Eset Latinoamérica.

El ciberacoso o cyberbullying es definido por la ONU como “acoso o intimidación por medio de las tecnologías digitales que busca atemorizar, enfadar o humillar a otras personas”.

Este comportamiento esta presente en todas las redes sociales (incluyendo Facebook, Twitter, Reddit e Instagram), en las plataformas de mensajería como WhatsApp, las plataformas de juegos y en múltiples sitios de internet.

La difusión de fotografías sin consentimiento de su protagonista, mensajes hirientes o amenazas a través de las plataformas de mensajería, hacerse pasar por otra persona y enviar mensajes agresivos desde esa cuenta falsa son solo algunas de las conductas de esta problemática.

Con todas estas herramientas disponibles, el ciberacoso puede esparcirse rápidamente, con bullies acosando a sus víctimas a través de múltiples plataformas, dejándolos con la sensación de que no hay escapatoria posible.