Este miércoles se conoció la noticia de la liberación, en Hong Kong, del cardenal católico Joseph Zen, quien se encontraba detenido por las autoridades chinas.

La noticia de la liberación del religioso de 90 años se dio a conocer a través de medios de comunicación locales y posteriormente fue confirmada por periodistas adscritos a comunidades católicas, quienes lo esperaban la noche de este miércoles a las afueras de la estación de policía de Chai Wan, ubicada en la misma isla de Hong Kong.

Aunque la liberación se dio previo establecimiento de una fianza, esta acción de las autoridades chinas se presentó apenas pocas horas después de que, desde el Vaticano, la Iglesia católica manifestara su preocupación por la detención del prelado.

En su comunicado, según recogen medios internacionales, el Vaticano había señalado que “la Santa Sede recibió con preocupación la noticia del arresto del cardenal Zen y está siguiendo el desarrollo de la situación con extrema atención”. Dicho comunicado fue firmado por el director de la oficina, Matteo Bruni.

Al igual que el Vaticano, Estados Unidos también había manifestado su voz de descontento por el arresto del obispo emérito de Hong Kong.

Tras su liberación, medios locales difundieron imágenes del religioso de avanzada edad, entregando declaraciones a periodistas y saludando a algunos feligreses.

Tras su liberación, el religioso no entregó declaraciones a la prensa, pero tras emitir saludos generales, abordó un vehículo particular que lo llevó a su lugar de residencia.

¿Por qué había sido detenido el religioso?

El arresto, por parte de las autoridades chinas, se había llevado a cabo porque el obispo emérito de Hong Kong es señalado de haber colaborado con los manifestantes que abogan en Hong Kong por la democratización de la isla y su autonomía frente a las autoridades chinas.

La ayuda prestada por el cardenal había consistido en servir de fideicomisario del Fondo de Ayuda Humanitaria 612, entidad señalada de haber asumido los gastos legales de los manifestantes, siendo el religioso un declarado partidario de la causa hongkonesa.

El delito del que era señalado el religioso, quien fue detenido en compañía de otras cuatro personas también acusadas del mismo cargo, es el de “sedición y colusión extranjera”, cargos que responden a una ley implementada en China en 2020 que criminaliza una serie de acciones civiles que, hasta el momento, habían estado protegidas.

En su momento, el mismo cardenal Zen había advertido que dicha providencia podría ir en detrimento de la acción de la Iglesia en ese país.

Dentro del listado de detenidos, detallados por medios internacionales, también figuran cantantes de pop, académicos y líderes de oposición.

Zen, quien se encuentra retirado del sacerdocio desde 2009, tras presentar su solicitud de retiro ante el papa Francisco, es uno de los más férreos críticos del Gobierno chino, al que señala de reprimir a la Iglesia católica en ese país, señalándole de violar los Derechos Humanos de católicos y otras minorías en ese país.

*Con información de la AFP.