Este sábado 6 de mayo es el primero de tres días de una ceremonia en la que comenzó una nueva ‘era’ en la monarquía británica, tras ocho meses del fallecimiento de la reina Isabel II. Los ojos de buena parte de la comunidad internacional han estado centrados en su heredero al trono: el ahora rey Carlos III.
El de hoy es un evento con una lista de invitados que superó los 2.000 y que, según la cadena internacional CNN, incluyó a representantes de 203 países, integrantes de la familia real, voluntarios de la comunidad y también algunas organizaciones benéficas. En esta jornada no solo tuvo lugar el juramento del sucesor de Isabel II, sino la oficialización de su esposa Camila como reina consorte.
La atención pública ha estado centrada también en los hijos de Carlos III y la princesa Diana, siendo Harry (el menor) con quien la monarquía inglesa se ha mantenido en tensiones. La incertidumbre sobre si asistiría o no llegó a su fin hace algunas semanas cuando empezaron a rondar las especulaciones y lo que significaría que no participara en el evento.
Las tensiones entre Meghan y la familia real
El propio Palacio de Buckingham dejó atrás las dudas al anunciar que, quien en su momento renunció al título de Su Alteza Real, estaría acompañando a su padre en uno de los días más importantes de su vida y que esperó por décadas. Sin embargo, también se confirmó que su esposa, Meghan Markle, permanecería en Estados Unidos.
“El Palacio de Buckingham se complace en confirmar que el duque de Sussex asistirá a la coronación en la Abadía de Westminster el 6 de mayo. La duquesa de Sussex permanecerá en California con el príncipe Archie y la princesa Lilibet”, decía la comunicación.
La pareja empezó a mantener tensiones con los demás miembros de la familia real, no mucho después de que contrajeron matrimonio. Los ‘choques’ fueron progresivamente más evidentes y salieron a la luz acusaciones de supuesto racismo hacia la estadounidense. Estas llevaron a que, junto a su esposo e hijos, saliera de Reino Unido para radicarse en territorio norteamericano.
Ausencia para “proteger su paz”
La coronación del rey Carlos III coincidió también con el cumpleaños número cuatro de Archie, el hijo mayor de Meghan. A esto se suman las palabras del biógrafo real, Omid Scobie, quien aseguró saber la “verdadera” razón por la que Markle prefirió quedarse en California y “proteger su paz”. Para Scobie, “ella es consciente de cuánto de la atención se centra en ella cuando pone un pie cerca de la historia”, recogió el diario Daily Mail.
“Si miras hacia atrás a algunos de los mayores problemas de Harry y Meghan, todo se debió a que la atención siempre estuvo en ellos en momentos en que no debería haber sido así”, agregó el biógrafo
Según informó la AFP, Harry se sentó ‘discretamente’ junto a sus primos y en la tercera fila, mientras que los herederos a la corona, Guillermo y su esposa Kate, estuvieron en primera fila. “¡Que Dios salve al rey Carlos!”, se escuchó decir a los asistentes. Previo a la ceremonia un grupo de activistas ‘antimonárquicos’ fueron detenidos cuando se disponían a protestar, mencionó la agencia.
Otro de los ausentes en el evento fue el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien fue representado por su esposa y primera dama, Jill Biden. The San Diego Union-Tribune informó que el mandatario había felicitado previamente a Carlos III por su llegada al trono y expresado su intención de reunirse con él más adelante.