Más de dos toneladas de cocaína han sido encontradas desde el pasado domingo 26 de febrero en las playas francesas del canal de la Mancha, una nueva prueba del aumento del tráfico en Europa de esta droga proveniente mayoritariamente de países de Sudamérica como Colombia.
No es la primera vez que la cocaína llega en grandes cantidades a la costa francesa. A finales de 2019, globos que contenían en total 1,6 toneladas de polvo blanco procedentes de Colombia encallaron, durante varios meses, en las playas de una amplia zona que iba desde San Juan de Luz (suroeste) hasta Camaret (oeste).
Francia llena de cocaína
La mayor parte de la cocaína proviene de los tres principales países productores del mundo: Colombia, Perú y Bolivia. Expertos estiman en más de 2 mil toneladas el volumen total de cocaína propuesto en el mercado mundial en 2021, dos tercios de los cuales son suministrados por Colombia. Esto quiere decir que solo del país ‘cafetero’ salen cerca de 700 toneladas a ese país en tan solo un año.
La mayor parte de la cocaína, al igual que 90 % del comercio mundial, cruza el Atlántico en contenedores marítimos, escondida en cargamentos perfectamente legales procedentes de puertos de América del Sur, especialmente el de Santos en Brasil y el de Guayaquil en Ecuador.
Más de la mitad, 55 % del polvo blanco, fue incautado en 2022, procedía de las Antillas y de Guayana Francesa, zona de tránsito antes de llegar a la metrópolis.
Otros cargamentos pasan por África occidental antes de llegar a Europa. La mercancía luego es desembarcada en los grandes puertos europeos, como los puertos belgas de Rotterdam y Amberes (162 toneladas incautadas en 2022), el puerto español de Barcelona o El Havre (más de 10 toneladas en 2021).
El resto circula en avión en las maletas o los intestinos de “las mulas”, que embarcan en Cayena, capital de Guayan Francesa, en vuelos con destino a París.
No solo Francia sufre, es todo el continente Europeo
Aunque los grupos narcotráficantes de esta parte del continente privilegiaron durante mucho tiempo Estados Unidos, ahora apuntan prioritariamente a Europa, donde el consumo se dispara.
Según el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT), en 2021 unos 3,5 millones de europeos habían probado la cocaína al menos una vez. Un nivel histórico, cuatro veces superior a la media hace 20 años.
El tráfico ofrece una rentabilidad sin igual. El kilo comprado por mil dólares en América del Sur se vende en 35.000 euros (37.170 dólares) en Europa.
La Oficina Europea de Policía (Europol) evalúa hoy el mercado anual de venta al por menor de cocaína entre 7.600 y 10.500 millones de euros (8.070 y 11.150 millones de dólares).
El afán de lucro genera una criminalidad hiperviolenta, inspirada en la que hace estragos en América del Sur.
Los grandes puertos europeos están hoy invadidos por la violencia de las mafias locales, como la mafia marroquí en los Países Bajos y en Bélgica, el hampa albanesa, serbia y kosovar o la “Ndrangheta” calabresa.
Con información de AFP