Desde el 23 de febrero las cosas en las ciudades de Venezuela en la frontera con Colombia no van nada bien. Luego de que fracasara el paso de la ayuda humanitaria recogida en el concierto Venezuela Aid Live, el ambiente de violencia del denominado “23F” se apoderó de todos los lugares que fueron escenario de ella hasta el día de hoy.Y un sorpresivo y aterrador suceso descubierto en la mañana de este jueves es un ejemplo de ello. Al despertar, los habitantes de Bolívar (San Antonio del Táchira), Junín (Rubio) y Pedro María Ureña (Ureña) vieron que en algunas casas de los barrios de estas ciudades había sido marcado durante la noche un símbolo con pintura roja: un círculo al que lo atraviesa una línea en diagonal.Sumada a la extrañeza por la marca, hay un aire de preocupación, pues solamente las paredes de las viviendas de quienes son líderes comunitarios y opositores del régimen de Nicolás Maduro fueron objetivo de dicho acto.Puede leer: “La orden es masacrar al pueblo”: Desertor de la Guardia Nacional Bolivariana
“Hay mucho temor”, afirma Eilyn Cardozo, corresponsal en San Cristóbal (Venezuela) para el diario La Opinión de Cúcuta. La periodista, que estuvo hasta el domingo en zona fronteriza haciendo cubrimiento a la fallida entrega de las toneladas de alimentos y medicinas, afirma que “desde la semana pasada se evidencia una fuerte presencia de colectivos en la zona a raíz de todo este tema de la entrega de la ayuda humanitaria”.Los colectivos, en palabras del diario La Opinión, “son grupos armados de carácter paramilitar, que están presuntamente conformados por civiles, policías y hasta presos comunes, quienes defienden la fórmula de gobierno instaurada en Venezuela por el fallecido presidente Hugo Chávez y que se mantiene hasta la actualidad, ahora bajo el mandato de Nicolás Maduro”.La situación es horrible, tensa. Los enfrentamientos no se detienen “sobre todo por debajo de los puentes. Manifestantes y Guardia Nacional permanecen en un enfrentamiento constante”, explica Cardozo.Le recomendamos: Buscar comida en la basura: ¿es así de grave la falta de alimentos en Caracas?Ahora, con las marcas la situación se hace más visible todavía, pues los habitantes la han tomado como una amenaza. Los diputados ante la Asamblea Nacional de Venezuela Gaby Arellano y Franklyn Duarte denunciaron esta situación a través de sus perfiles de Twitter, dejando claro que temen por las vidas de estos líderes.
Preocupación de los señaladosEilyn Cardozo pudo contactarse con quienes habitan algunas de las casas que amanecieron marcadas. Uno de ellos es un hombre que desde hace más de 20 años es líder social en la zona de San Antonio. Actualmente él reside en un edificio, pero su casa paterna fue uno de los blancos. Las paredes que le brindaron abrigo y que lo vieron crecer fueron pintadas con la señal. Su papá falleció hace un tiempo, pero allí viven hoy tres de sus tíos cuyas edades oscilan entre los 70 y los 90 años, uno de ellos está en silla de ruedas. “Él está muy preocupado por la integridad de estos viejitos que no se pueden mover de allí, porque no tienen para donde más irse”, señala Cardozo.Otra persona a cuya vivienda también le aparecieron las pintadas le afirmó llena de preocupación a la periodista que “pese a que por seguridad se movió a Cúcuta, su hija permanece en San Antonio y está tratando de ver la manera de sacarla del país (teniendo en cuenta que la frontera está cerrada), hacia Estados Unidos, cuanto antes”.Los propietarios de negocios vinculados a la oposición no son ajenos a la incertidumbre. “Están preocupados no solo por el negocio y la familia sino también por los empleados. La situación realmente es bastante compleja porque ellos dicen que San Antonio es un pueblo sin ley”, indica Cardozo.Lea también: Inquietudes por la llegada a Colombia de los desertores de Maduro¿Quién está detrás de esto?Sebastiana Barraez, periodista de Punto de Corte y Quinto Día, es experta en cuestiones militares y realizan el cubrimiento de lo que sucede en la frontera venezolana. En un hilo que publicó en Twitter, denunció los hechos de la mañana del jueves. “Las acciones de terror contra los habitantes de la frontera colombo venezolana no se reducen a las acciones de militares y paramilitares desde el fin de semana”, inicia su publicación.“Como en una novela de mafias y misterio, hoy 28 de febrero 2019, las casas de algunos dirigentes de oposición en San Antonio y Ureña, amanecieron marcadas con ese símbolo”, trinó seguido, señalando que “para quienes han habitado entre grupos de guerrilleros y paramilitares, las pintas en esas viviendas no son para tomarlas a broma”.
En palabras de la periodista, “las pintas llegaron con las sombras de la madrugada, como trabaja la delincuencia. Llegaron para advertir que habrá venganza, tal vez muerte, pero con toda seguridad habrá miedo”, y que lo sucedido habría sido por “obra de un grupo dirigido por alias Cachu, muy ligado al gobierno municipal de San Antonio del Táchira”.
Los colectivos están bastante presentes en esta región desde el domingo. “Se movilizaron hacia San Antonio de Ureña por parte del gobierno cualquier cantidad de autobuses con civiles y con presos, a los que terminaron armando para contener esta intención de ingresar la ayuda humanitaria a Venezuela. Esas personas permanecen en San Antonio de Ureña todavía, a la fecha de hoy”, comenta Cardozo.En palabras de la periodista, coincidencialmente las tres ciudades que amanecieron con estas particulares marcas tienen por alcaldes personas simpatizantes con el régimen oficialista. Por lo que se presume que detrás de estos sucesos hay un tinte político que busca intimidación para los líderes opositores, y que todo funciona bajo las órdenes de los jefes del partido Socialista Unido de Venezuela en la zona. Miguel Ángel Morffe, exmilitar y exdirector de Seguridad Ciudadana del estado Táchira, señaló al medio regional que esta no es la primera vez que marcas de este tipo aparecen. “Durante el éxodo de colombianos tras el cierre de fronteras en el año 2015, los organismos de seguridad del gobierno venezolano marcaron con pintas similares las casas de las familias que serían objeto de allanamiento y/o expulsión”, en el barrio ‘La Invasión’”, afirma el portal.En video: diplomáticos de más de 60 países abandonan reunión de la ONU en intervención de Jorge ArreazaDesesperación en la fronteraA pesar de que ya han transcurrido varios días desde los enfrentamientos por la entrega de las donaciones, el ambiente hostil y de desesperación permanece. “Hoy (jueves) Colombia hizo una reapertura controlada de la frontera, mientras que del lado del Venezuela colocaron containers en los tres puentes y los llenaron de arena”, comenta Cardozo, agregando que ese accionar “hace pensar que no hay ninguna intención de reabrir los pasos fronterizos por parte de Venezuela”.Esta situación, a los ojos de la corresponsal, mantiene muy molestas a las personas cuya cotidianidad depende de cruzar la frontera hacia Colombia. “Muchos pasan a trabajar, hay muchos niños que estudian, hay más de 50 enfermos renales entre San Antonio y Ureña que venían recibiendo tratamiento médico aquí en Colombia y que desde el cierre se han visto imposibilitados de hacerse estos tratamientos y obviamente su vida corre peligro”, explica.Vea: El video que enfadó a Maduro y provocó que retuviera a Jorge Ramos y a su equipoQuienes necesitan tratamiento renal, son enviados por las autoridades militares hacia San Cristóbal esa ciudad “está colapsada, no hay material para hacer estas diálisis. Si no hay para quienes viven en la ciudad, ¡mucho menos para 50 más que vienen de allá! La situación es bastante caótica”, expresa.Sumado a ello, hay una especie de toque de queda: de las 4 de la tarde en adelante la gente permanece encerrada en su casa. “Hay mucha tensión, hay mucha inseguridad y esta siempre ha sido una zona bastante caliente. Pero estos días se ha perdido toda la normalidad que pudiera haber tanto en San Antonio como en Ureña”, puntualiza.