La líder opositora peruana Keiko Fujimori salió de la cárcel este lunes luego de tres meses encerrada por el escándalo de la constructora brasileña Odebrecht en virtud de un fallo de un tribunal de apelaciones. La primogénita del condenado expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) salió con mascarilla y guantes blancos del penal de mujeres de Chorrillos, en el sur de Lima, observó un fotógrafo de la AFP. Vestida con camisa gris y pantalones vaqueros, abordó un taxi rumbo a su casa junto a su hermano Hiro, cuatro días después del fallo del tribunal que le concediera la libertad bajo fianza. Previo a su salida, Keiko, de 44 años, anunció en Twitter que al llegar a su casa en el este de Lima se hará la prueba del coronavirus antes de reunirse con sus dos hijas. "Lo primero que voy a hacer después de salir y llegar a mi casa es realizarme una prueba molecular, con el objeto de no poner en riesgo a mi familia. Hemos decidido que mientras no tengamos el resultado de esa prueba, no voy a poder reunirme con mis hijas", tuiteó. En su casa, una persona de un laboratorio privado le realizó esta noche las pruebas de la covid-19. "Más allá de la alegría que siento de volver a casa, a las autoridades quiero decirles que lo que se vive en los penales es insostenible. Les suplico aliviar el terrible hacinamiento, que en medio de la pandemia es una pena de muerte”, dijo Keiko en video publicado en Facebook Un tribunal de apelaciones concedió a Keiko el jueves la libertad bajo fianza de 20.000 dólares, pero le prohibió convivir con su marido, el estadounidense Mark Vito Villanella, debido a que ambos están en investigación por la misma causa. Villanella anunció en redes sociales que se encontraba en la casa de su suegra, Susana Higuchi, junto a sus hijas, hasta que se tengan los resultados de los exámenes a los que se someterá su esposa. La opositora cumplía 15 meses de prisión preventiva desde el 29 de enero como parte de una investigación de la Fiscalía por el presunto lavado de activos por aportes ilícitos que habría recibido de Odebrecht para sus campañas presidenciales de 2011 y 2016, en una causa por corrupción que salpica a cuatro expresidentes peruanos. “Keiko va a continuar enfrentando esta investigación; es la principal interesada en que esto se esclarezca", declaró su abogada, Guilliana Loza, a la emisora RPP el fin de semana. Keiko niega las acusaciones en su contra. - Fiscalía presentará recurso - El fiscal Rafael Vela, coordinador del equipo especial del escándalo de Odebrecht, anunció el sábado que presentará un recurso de casación ante la Corte Suprema en busca de revocar la excarcelación de Keiko. La hija del expresidente de ancestros japoneses había anunciado en diciembre que haría una pausa en su actividad política, pero siguió siendo la jefa del partido fujimorista Fuerza Popular (derecha populista). Keiko estuvo cerca de ganar la presidencia en 2011 y 2016, favorecida por la popularidad de su octogenario padre, quien cumple una condena de 25 años por violaciones de los derechos humanos. Pero su actitud belicosa y las acusaciones de corrupción mermaron su influencia, lo que tuvo un alto costo para Fuerza Popular, que había ganado 73 bancas de 130 en los comicios de 2016, pero los redujo a 15 en los comicios parlamentarios extraordinarios del pasado 26 de enero. Antes de ser enviada a la cárcel el 29 de enero pasado, Keiko había estado en prisión 13 meses por la misma causa. Estuvo libre apenas dos meses, antes de que la justicia aceptara una nueva petición de prisión preventiva presentada por la Fiscalía. El escándalo de pagos ilegales de Odebrecht a políticos peruanos implica a cuatro expresidentes peruanos y a decenas de funcionarios de varios gobiernos. El dos veces presidente Alan García (1985-1990 y 2006-2011) se suicidó el 17 de abril de 2019, cuando iba a ser detenido, mientras que Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) tuvo que renunciar por este escándalo y está en arresto domiciliario. Ollanta Humala (2011-2016) y su esposa estuvieron nueve meses presos, y ahora esperan juicio. El también exmandatario Alejandro Toledo (2001-2006), detenido en Estados Unidos desde julio de 2019 por un pedido de extradición a Perú, obtuvo recientemente arresto domiciliario, al alegar que podía contraer la covid-19. Exjefes de Odebrecht colaboran con la justicia desde 2017 y han aportado testimonios y pruebas contra los políticos peruanos.