Cada día llega con nuevos avances de la justicia brasileña en el monumental esfuerzo por desentrañar el escándalo Odebrecht que se ha desbordado al resto del continente. Joao Santana, publicista de las campañas presidenciales de Dilma Rousseff y Lula da Silva, fue condenado este jueves a ocho años de prisión por lavado de dinero en el marco del caso de corrupción en Petrobras, informó el juez que lleva la causa.En su resolución, el magistrado de primera instancia Sergio Moro, de Curitiba, la ciudad donde está radicada la llamada ‘Operación Lava Jato‘, que derivó en el escándalo de Odebrecht, señaló que Santana lavó dinero "para ocultar que recursos provenientes del esquema de corrupción remuneraron servicios electorales, afectando la integridad del proceso político democrático"."Considero eso especialmente reprobable", añadió Moro, que también condenó a la esposa y socia de Santana, Mónica Moura, así como a otras cuatro personas bajo cargos de corrupción, lavado de dinero y organización criminal.Puede leer: "Duda razonable"Santana había sido arrestado en febrero del año pasado junto a su esposa para ser investigados por supuestamente haber recibido pagos en el extranjero provenientes de la millonaria trama de sobornos en la petrolera estatal.Fueron liberados bajo fianza en agosto. Moura es la séptima esposa de Santana.La justicia quería determinar si pagos que recibieron por 7,5 millones de dólares en el exterior fueron por servicios prestados al izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de la derrocada Rousseff y su antecesor Luiz Inacio Lula da Silva y efectuados por la constructora Odebrecht y un presunto operador financiero con dinero de sobornos.Puede leer: "Así nació (y crece) el escándalo Odebrecht en Brasil"Santana es uno de los publicistas más conocidos de Latinoamérica, con un portafolio que incluye entre otros al fallecido presidente venezolano Hugo Chávez y a su sucesor Nicolás Maduro.Odebrecht está en el centro del escándalo de corrupción en Petrobras ya que era una de las empresas que formó un cartel para amañar contratos con la petrolera a cambio del pago de sobornos.Los “marqueteiros” delatoresSantana y Duda Mendoça eran los “marqueteiros” estrella de la política brasileña, y se convirtieron en piezas clave de todo el escándalo. Mendoça llevó a Lula al poder y trabajó en diversas campañas del Partido de los Trabajadores (PT). Santana era su alumno aventajado, y tomó el relevo. Ambos ayudaron a elegir presidentes, gobernadores, alcaldes y senadores tanto en Brasil como en el exterior, y ayudaron a sostener al PT en el poder de 2002 a 2014.Puede leer: ¿Odebrecht pagó gastos de campaña de Zuluaga?Santana, como muchos de los implicados en Lava Jato, negoció un acuerdo de delación. Según cuenta la revista Veja, Mendoça entró en pánico cuando supo que Odebrecht también cerraría un acuerdo con la Justicia, así que buscó a las autoridades para confesar. Veja anticipaba las revelaciones que los dos publicistas harán ante las autoridades, y ahí apareció Colombia. En el caso de Mendoça, además de enlodar a Lula y Dilma, se refiere a la intervención clandestina de Odebrecht en las elecciones colombianas.Las delaciones por venirPor otra parte, la corte suprema de Brasil designó este jueves al juez de perfil técnico Edson Fachin al frente de las investigaciones del caso Petrobras, un magistrado considerado cercano a su predecesor en el caso, Teori Zavascki, fallecido el mes pasado en un siniestro aéreo.La designación de Fachin, por sorteo, era la esperada por quienes temían que el reemplazante de Zavascki frente a esa megainvestigación de corrupción se mostrara menos decidido a mantener el mismo impulso.Le recomendamos: "Duda sobre Duda"El alto tribunal trata las denuncias contra personas con fuero privilegiado, y el primer desafío de Fachin, de 58 años, será tratar la confesión de 77 ejecutivos de Odebrecht involucrados en el escándalo.Se espera que esas confesiones provoquen una ola de nuevas denuncias que dupliquen las causas judiciales del mayor escándalo de corrupción en la historia de Brasil, con ramificaciones en varios países de Latinoamérica. Tan solo en Colombia, Odebrecht ya admitió sobornos por al menos 11 millones de dólares.*Con información de AFP