Cientos de devotos nicaragüenses celebraron este lunes 19 de septiembre con júbilo a San Miguel Arcángel dentro del atrio de una iglesia de la ciudad de Masaya, luego que la policía les prohibió salir con la imagen en procesión.
La celebración tuvo lugar dentro de la parroquia San Miguel Arcángel de Masaya, 30 km al sur de la capital, abarrotada por feligreses que bailaban, saltaban y aplaudían al santo, a pesar de la fuerte presencia policial que había alrededor del templo.
“Yo sé que a veces (la presencia policial) es parte de la misma protección, para que no se arme ningún tipo de desorden, pero considero que no tiene por qué armarse desorden cuando venimos a la iglesia a festividades” religiosas, comentó Alejandro Vivas, uno de los asistentes.
“El ambiente está como tenso”, dijo Patricia Solórzano, quien señaló que la procesión religiosa ha sido siempre motivo de “regocijo” para la ciudad.
El sábado, la policía le prohibió a la iglesia católica realizar procesiones en Masaya durante las festividades de San Miguel Arcángel este lunes, así como en la de San Jerónimo el martes, por razones de “seguridad pública”, informó la Arquidiócesis de Managua en un comunicado.
Ante el impedimento de salir a las calles, la iglesia decidió festejar la tradición dentro del templo con una eucaristía, quema de pólvoras, bailes y cantos. En la festividad, los devotos le piden generalmente a la imagen que los proteja de la maldad o cumplen promesas.
La procesión de San Miguel marca el inicio de las fiestas patronales que se realizan todos los años en estas fechas en Masaya, la cual fue una de las ciudades que más se reveló durante las protestas que estallaron en 2018 contra el presidente Daniel Ortega, un exguerrillero de 76 años que gobierna desde 2007.
El mandatario atribuyó las manifestaciones a un fallido golpe de Estado urdido por la oposición con el apoyo de Washington, y acusó a los obispos católicos de ser parte de ese complot.
Desde entonces, las relaciones entre el gobierno y la Iglesia son tensas. En agosto, la policía dejó en arresto domiciliario al obispo de la diócesis de Matagalpa, Rolando Álvarez, un fuerte crítico del gobierno.
La policía informó que el obispo es investigado por incitar al “odio” y la violencia, con el propósito de “desestabilizar” al país. También fueron detenidos cuatro sacerdotes y dos seminaristas. Se desconocen los cargos que existen contra ellos. “San Miguel, cuida a nuestros pastores”, “Protege a la Iglesia”, pidieron algunos devotos desde las redes sociales.
Se habían prohibido las populares procesiones católicas por “seguridad pública”
La Policía de Nicaragua le prohibió desde el sábado 17 de septiembre a la Iglesia católica realizar procesiones religiosas en las festividades de San Miguel Arcángel y de San Jerónimo, que se celebran en Masaya, 30 kilómetros al sureste de la capital. La Arquidiócesis de Managua aseguró que esta prohibición se dio por “razones de seguridad pública”.
La festividad de San Miguel Arcángel se efectúa el 29 de septiembre y la de San Jerónimo, patrono de la ciudad, el 30 del mismo mes, y esta celebración se extiende hasta noviembre, siendo una de las más extensas en el país.
Ante la medida policial, la Arquidiócesis, que comprende la capital y ciudades vecinas de Masaya y Carazo, invitó a los devotos y promesantes de los santos patronos a rendirles homenaje con la fe y devoción en sus corazones, y con la fuerza de la herencia ancestral en sus comunidades.
Es la segunda vez que la Policía le prohíbe a la Iglesia católica realizar una procesión. Antes lo hizo por el cierre del congreso mariano y el fin de la peregrinación de la imagen de la virgen de Fátima, el pasado 13 de agosto, ambos en la capital. La Iglesia católica había reanudado este año la realización de procesiones, después de dos años que las interrumpió por medidas de seguridad a causa de la pandemia de la covid-19.
*Con información de AFP.