Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) proyectaron en su más reciente pronóstico que 92.000 estadounidenses morirán de covid-19 durante las próximas tres semanas.
Hasta el momento, Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia del coronavirus y registra más 23,3 millones de contagios, 388.709 muertes y más de 130.000 personas están hospitalizadas por el virus.
En Pensilvania, las hospitalizaciones por covid-19 se acercan al doble de lo que fueron en la primavera pasada. En Luisiana se han aumentado significativamente tanto las hospitalizaciones como los contagios, y en Arizona, las hospitalizaciones por coronavirus y registraron cifras récord.
En la ciudad de Los Ángeles, uno de cada tres ciudadanos se ha infectado con el virus, según los datos publicados por el servicio de salud local. Además, reveló que los lugares donde mayor contagio hay son el trabajo, los colegios y las guarderías.
Sin embargo, los funcionarios de la ciudad manifestaron que aún no han visto completamente el efecto de la transmisión del período entre Navidad y Año Nuevo.
Washington DC registra un promedio de 320 casos diarios de coronavirus.
Por su parte, hasta el momento, 11′148.991 personas han recibido la primera dosis de coronavirus y el presidente electo Joe Biden recibió este lunes su segunda dosis de la vacuna de los laboratorios Pfizer y BioNTech.
Aproximadamente, el 3 % de la población estadounidense se ha vacunado hasta la fecha, pero para lograr la “inmunidad de rebaño”, también llamada inmunidad colectiva, debe estar vacunado el 75% de la población.
Además, el país espera que 100 millones de personas estén vacunadas contra el virus antes de que acabe el primer trimestre de 2021.
Sin embargo, el presidente Donal Trump culpó hace unos días a las administraciones locales por los retrasos que se han presentado en la inmunización. “¡Las vacunas son distribuidas a los estados por el gobierno federal más rápido de lo que estos pueden administrarlas!”, señaló.
A la fecha, 93,25 millones de personas en el mundo se han enfermado de covid-19 y 1,9 millones han perdido la vida por el virus que apareció en Wuhan (China) en diciembre de 2019. Las principales comorbilidades de las personas que han muerto por la enfermedad son: hipertensión arterial, diabetes, obesidad, EPOC, enfermedad cardiovascular y la renal.
Por tal razón, varias farmacéuticas han trabajado en la creación de una vacuna contra el virus y a la fecha algunas han revelado su efectividad. Por ejemplo, la vacuna de Pfizer y BioNTech tiene una efectividad del 95%; la de Moderna, del 94,5%; la de AstraZeneca y la Universidad de Oxford tiene una eficacia del 100%, en tanto la vacuna rusa Sputnik V reportó una eficacia del 95%.
Por su parte, la CDC ha recomendado en varias oportunidades que la vacuna se administre primero al personal de atención médica y a los residentes de las instalaciones de atención a largo plazo. Después, a los trabajadores esenciales de primera línea como bomberos, oficiales de policía, oficiales de correccionales, trabajadores agrícolas y de alimentos, del Servicio Postal, de fabricación, de supermercados, de transporte público y aquellos que trabajan en el sector educativo (maestros, personal de apoyo y trabajadores de guarderías).
Posteriormente, a las personas de 75 años o más porque tienen un alto riesgo. Después, a las de 65 a 74 años, seguidas por aquellas entre los 16 y los 64 años con afecciones médicas subyacentes. Finalmente, irán los trabajadores esenciales, como personas que trabajan en transporte y logística, servicio de alimentos, construcción y finanzas de viviendas, tecnología de la información, comunicaciones, energía, derecho, medios de comunicación, seguridad pública, y salud pública.