Después de más de tres décadas, las autoridades italianas finalmente lograrán que Cesare Battisti responda por los crímenes que cometió durante los ‘“años de plomo” en el país europeo. La persecución terminó este lunes cuando un avión del gobierno italiano aterrizó en el aeropuerto de Ciampino (Roma) trayendo a bordo al activista, luego de que el gobierno de Evo Morales negara la solicitud de asilo interpuesta por Battisti. La captura de Cesare Battisti se llevó a cabo a las 6:50 de la tarde el sábado, cuando agentes italianos y brasileños de la Interpol lo arrestaron mientras caminaba por las calles de Santa Cruz de la Sierra, ciudad boliviana que colinda con Brasil. El hombre fue hallado en aparente estado de embriaguez, con solo 10 bolivianos (1.4 dólares) en la billetera y sin oponer resistencia a su captura, según fuentes cercanas a la investigación consultadas por la AFP. Le recomendamos leer: Evo Morales: de reelegido a rechazado Battisti era requerido por Italia desde que fue sentenciado en 1981 por cometer cuatro homicidios cuando era miembro del grupo Proletarios Armados por el Comunismo (PAC); un brazo de la organización Brigadas rojas - organización revolucionaria que rápidamente se tornó terrorista- que tenía como objetivo establecer un estado socialista y que solía asesinar a personas que estuvieran en contra de su ideología política. La justicia italiana acusó a Battisti de matar a Antonio Santoro el 6 de junio de 1978. Un  oficial del cuerpo de vigilantes de prisión de Udine, con 51 años, que había sido acusado de malos tratos contra los presos. Un año después, Battisti abatió a Luigi Torregiani, el 16 de febrero de 1979, frente a la vitrina de su joyería en Milán y dejó cuadrapléjico a su hijo como consecuencia del enfrentamiento entre ambos. Y ese mismo día, fue cómplice de los atacantes que ingresan a la carnicería de Lino Sabbadin, un militante de extrema derecha. Mientras que Andrea Campagna; chofer de la Digos (servicios secretos italianos encargados de la lucha contra el terrorismo y la extrema izquierda) fue asesinada a sus 24 años por este mismo personaje. Puede leer: Bolsonaro, el presidente que gira a Brasil hacia un régimen autoritario, excluyente y retardatario Lo curioso es que pese a la condena perpetua que recibió por estos casos, pasó 37 años en la clandestinidad. El gobierno socialista de Francois Mitterrand lo protegió durante quince años y en el transcurso de ese tiempo escribió varias novelas policiales que lo consolidaron como un célebre autor en ese país. A partir de 2004, se vio obligado a establecerse en Brasil, con una identidad falsa, hasta ser detenido en Río de Janeiro en 2007 y pasar cuatro años en prisión. Mientras que en 2010, la Corte Suprema de Brasil aprobó su extradición a Italia en un fallo no vinculante que dejó su caso en manos del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien sorpresivamente negó el procedimiento el 31 de diciembre de ese año, último día de su mandato. Aun bajo este resultado, la posibilidad de ser extraditado se mantuvo vigente hasta el año pasado cuando la Corte reafirmó su postura por segunda ocasión y ordenó su arresto en diciembre. Motivo por el cual huyó a Bolivia para evitar ser devuelvo a su natal Italia. Sin embargo, los planes de fuga de Battisti se frustraron y esta vez, para siempre. En la tarde de hoy fue conducido a la prisión de  Oristano, en la isla de Cerdeña, para cumplir la pena a sus 64 años de edad. La llegada de uno de los hombres más buscados en Italia estuvo acompañada por el ministro de Justicia, Alfonso Bonafede y el ministro del Interior, Matteo Salvini quienes agradecieron al gobierno de Jair Bolsonaro y Evo Morales, por colaborar con esta causa que parecía perdida. Desde su cuenta de Facebook, Bonafede afirmó que “quien se equivoca debe pagar” y Battisti será uno de ellos. Y agregó, que “¡por fin, la justicia está hecha!”, señalando que su mensaje iba especialmente dirigido a los familiares de las cuatro personas asesinadas. Por su parte, Jair Bolsonaro felicitó a los responsables por la captura, desde su cuenta de Twitter, no sin antes, lanzar una pulla al gobierno de Lula da Silva atribuyendo que Battisti era partidario de los ideales del Partido de los Trabajadores. "¡Felicitaciones a los responsables de la captura del terrorista Cesare Battisti! Finalmente se hará justicia al asesino italiano y compañero de ideales de uno de los gobiernos más corruptos que ya existieron en el mundo (PT)", dijo.

La captura y posterior extradición de Cesare Battisti fue una de las promesas que hizo el mandatario brasileño durante su campaña presidencial el año pasado. Por lo que este logro lo ranquea positivamente con su aliado europeo que se perfila por el mismo corte conservador. Lo último que se conoce, es que Cesare deberá permanecer en régimen de aislamiento durante seis meses, conforme al reglamento de la cadena perpetua en Italia.