Un trabajador forestal murió y al menos otros dos quedaron heridos tras un ataque a balazos en las cercanías de la localidad de Lumaco, en el sur de Chile, una zona mapuche recientemente militarizada. Los trabajadores de una empresa forestal se trasladaban en un pequeño autobús por una ruta rural cuando un grupo de personas comenzó a dispararles, hiriendo a uno de los trabajadores en la cabeza.

El trabajador fue trasladado en un helicóptero policial “hacia un centro asistencial” de Temuco, capital de la región de la Araucanía, informó la Policía en su cuenta oficial de Twitter. El herido, identificado como Juan Segundo Catril Neculqueo, de 66 años, murió horas más tarde “producto de la grave lesión provocada en la zona craneana derivada de un impacto de proyectil balístico”, indicó un comunicado del Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena, de Temuco.

“No existe justificación alguna para una expresión de violencia de esta naturaleza. Vamos a llegar hasta el fondo, buscando dar con los responsables”, indicó Izkia Siches, ministra de Interior y Seguridad, tras confirmarse la muerte del trabajador.

Los ataques de grupos armados se han hecho frecuentes en las regiones de La Araucanía y Biobío, donde los mapuches, la etnia más numerosa de Chile, mantiene un reclamo histórico de tierras al Estado chileno que considera propias por derecho ancestral y que fueron entregadas a privados, principalmente a empresas forestales y empresarios agrícolas.

“No vamos a tolerar que la violencia se imponga como método de resolución de conflictos en el país. Ni en las escuelas, ni en La Araucanía, ni en el norte, ni aquí”, declaró, por su parte, el presidente Gabriel Boric. La Coordinadora Arauco Malleco (CAM), uno de los grupos mapuches que reivindican ataques en la zona, descartó haber realizado el atentado. “La CAM no ataca a trabajadores y menos a mapuches”, indicó este grupo en un comunicado.

Debido a los ataques a predios privados y camiones en rutas que ocurren en La Araucanía y Biobío, el presidente Boric ordenó, la semana pasada, la presencia de militares para efectuar patrullajes de prevención junto a la policía, ante el incremento de la violencia en estas zonas. “La violencia la traen de afuera, con los ‘milicos’”, se queja Carolina Soto, una mapuche, al criticar el regreso de los patrullajes de las Fuerzas Armadas en la zona del sur de Chile que su familia ocupó hace ocho años.

La semana pasada, los militares volvieron a la región de La Araucanía y a dos localidades de la vecina del Biobío, donde habitan mayoritariamente mapuches, a 600 kilómetros al sur de Santiago. La decisión significó un giro en la política del Presidente izquierdista Gabriel Boric, quien inicialmente había optado por anteponer el diálogo y retirar a los militares del lugar.

Pero el incremento en 122 % de los ataques incendiarios desde el retiro de los militares el pasado 27 de marzo, según la Multigremial de La Araucanía, que agrupa a los principales sectores productivos de la región, hicieron que retornaran otra vez a la zona.

Con información de AFP