Chile es uno de los pocos países en la región que ha optado por modificar las restricciones para viajeros provenientes de China con el ánimo de evitar la propagación de una nueva variante del coronavirus y el rebrote que centra la tensión mundial.

La variante BF.7 en su territorio, una cepa del virus que se ha propagado con fuerza en China, ha sido la razón por la cual las autoridades sanitarias han emitido una alerta epidemiológica en un histórico rebrote del virus desde que se suavizaron las medidas impuestas por el Gobierno chino contra el coronavirus.

Precisamente, en el caso de Chile, el Ministerio de Salud de ese país anunció que debido a la necesidad de activar los controles para mitigar una nueva expansión epidemiológica, extremar los protocolos correspondientes en aeropuertos y fronteras.

El plan del Ministerio de Salud es llamado Plan de Fronteras Protegidas que intenta evitar el aumento de casos en el país y contempla también un exhaustivo llamado a la población para completar su esquema de vacunación “ya sean o no grupos de riesgo”.

De acuerdo con declaraciones recogidas por medios locales en Chile, la ministra de Salud, Ximena Aguilera adujo que si bien de momento no se han emitido directrices que reglamenten el uso de las camas hospitalarias, no se descarta que con el desarrollo y análisis del comportamiento de esta variante pueda optarse por ello.

Las personas que provengan del país asiático tendrán que presentar una prueba PCR o antígeno al momento de embarcar como también se realizará una nueva prueba al ingresar al país.

Fue el mismo presidente de China quien reconoció que su país entra en una nueva fase de respuesta contra la pandemia del covid-19 que ha logrado propagarse notablemente en los últimos días obligando a muchos países a cerrar sus fronteras para evitar contagios.

“Desde que llegó la covid-19, hemos puesto a la ciudadanía por encima de todo”, dijo Xi Jinping en un discurso de fin de año asegurando que su objetivo hoy es “proteger la vida y la salud de la población de la mejor manera posible”.

Países como Estados Unidos, Australia, Canadá, Reino Unidos, Israel, Japón, Corea del Sur, India,, Francia, Italia, España y Marruecos entre otros han obligado a los viajeros procedentes del gigante asiático a presentar una prueba negativa de covid-19 para poder ingresar al país.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha urgido a China que dé información en tiempo real sobre la situación epidemiológica del país, que enfrenta una explosión de casos de covid-19 derivada de la retirada de la mayor parte de las restricciones impuestas durante toda la pandemia.

En cuanto a las características especiales de esta variante, se ha advertido que tiene mayor riesgo de propagación en personas mayores y al igual que en otros casos, reviste especial peligro para personas que presentan patologías crónicas o se encuentran inmunosuprimidos.

Asimismo, la organización sanitaria ha pedido a China que ofrezca datos sobre las vacunas administradas y el estado de vacunación, especialmente en personas vulnerables y mayores de 60 años.

La Comisión Europea, por su parte, abogó por un enfoque “coordinado” y convocó una reunión extraordinaria del Comité de Seguridad Sanitaria de la que no salieron nuevas medidas, más allá de abogar por una “vigilancia activa” sobre la evolución de la situación en China. Italia, sin embargo, ya ha abogado por restricciones comunes por boca de su primera ministra, Giorgia Meloni.

*Con información de Europa Press.