El pasado 3 de marzo Daniel Zamudio recibió una brutal paliza en un parque de Santiago, la capital chilena, por parte de cuatro individuos. Para muchos, su crimen fue ser abiertamente homosexual. Tras tres semanas en el hospital, Daniel murió este martes. "Daniel era una persona normal, un buen hermano, nieto y amigo", dijo al medio La Tercera el hermano mayor de Daniel, Diego Zamudio. "Quería terminar sus estudios de enseñanza media y luego seguir la carrera de teatro, por eso trabajaba en una tienda de ropa, como vendedor", añadió Diego. El mayor de la familia aseguró que Daniel tenía la intención de ser modelo y que quería tener una familia en algún momento de su vida, pero, "aunque soñaba con ser padre, a menudo expresó su tristeza ante la nula posibilidad de hacerlo". "Él me decía: 'Tú tienes un hijo junto a tu señora, yo en cambio, por mi orientación sexual, no puedo tenerlos'", añadió Diego. Los sucesos pusieron en el debate público los ataques con motivos discriminatorios en el país, que estudia agravar las condenas en este tipo de ataques. Tras permanecer en el hospital durante más de tres semanas, en las cuales el país entero y la opinión pública se volcó en el tema, las reacciones a la muerte de Daniel no se hicieron esperar. "Una víctima de la homofobia" "Es una víctima de la homofobia, del odio que tienen algunos por quienes tienen una orientación sexual distinta y es para nosotros hoy un mártir ciudadano", dijo este martes Jaime Parada, dirigente del Movimiento de Liberación Homosexual de Chile. A pesar de que muchos señalan que se podría tratar de un hecho aislado, algunos aseguran que no es así. "Tengo la impresión de que mucha gente piensa que los sucesos como el ataque a Daniel son algo aislado, cuando no es así", dijo a La Tercera Jose Miranda, amigo de Daniel. "Todos los días pasan cosas como esta. Quizá no con tanta gravedad como el ataque a Daniel, pero sí es algo que sucede a diario". Según su amigo, no era la primera vez que Daniel tenía que lidiar con un tipo de personas que "no respetan la diversidad". Tras la muerte del joven diversos sectores de la sociedad chilena quisieron expresar su apoyo a la familia. "Quiero manifestarles, en nombre de mi familia, el agradecimiento, el apoyo, todo lo lindo que ustedes me han dado aquí", le dijo a los medios locales el padre de Daniel, Iván Zamudio, quien también señaló que no quería que se generase más violencia por el suceso. "Quiero que tengan respeto por mí y por Daniel. Él no era de violencia y estamos peleando para que no haya más violencia". El vicepresidente Rodrigo Hinzpeter aseguró que "en esta hora triste el llamado más importante es a sacar lecciones y a construir, a construir en paz y armonía". La llegada de las autoridades fue recibida por silbidos por parte de varias personas que se encontraban en el recinto, lleno de carteles y velas en apoyo a Daniel desde hace varios días, según los medios locales. El músico Ricky Martin dedicó un premio que acaba de recibir al joven y a su familia y la activista y líder del movimiento estudiantil chileno Camila Vallejo señaló en su cuenta de Twitter que "para que nunca más en Chile vuelva a pasar lo que a Daniel Zamudio hay que combatir la discriminación en todas sus expresiones, incluso la mediática". Medidas antidiscriminación El colaborador de BBC Mundo en Chile Rodrigo Bustamante señala que la actual legislación en Chile establece que un ataque como el que sufrió el joven de 24 años es un delito común, pero esta situación podría cambiar si es que se aprueba la ley que se tramita en el Congreso, que agrava las condenas cuando estos actos se cometen con vocación discriminatoria. La respuesta del gobierno de Sebastián Piñera fue acelerar la iniciativa, según anunció el pasado martes el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter. "Nosotros vamos a ponerle urgencia a la ley antidiscriminación y creo que el país debe también pensar en una normativa que sancione, como muchas democracias modernas, la incitación al odio", manifestó. Gonzalo Fuenzalida, jefe de la unidad de Apoyo a Víctimas de Delitos Violentos, explicó a BBC Mundo que en este caso, si se aprueba el proyecto, "dependiendo las circunstancias que queden de la lesión la pena puede llegar a ser de 5 a 10 años, mientras que si hay discriminación podría ser de 10 a 15 años". Desde La Moneda comprometieron apoyo sicológico y legal para la familia del joven, mientras el Ministerio del Interior anunció que una vez que la investigación de las policías arroje resultados se harán parte en la querella contra los responsables. Mientras, desde el movimiento homosexual destacan que esta vez la reacción fue la apropiada y permitirá sacar importantes lecciones, aunque Rolando Jiménez subrayó que "llegó el momento de tomar en serio esto y permitir una pesquisa profunda, rigurosa, que permita desactivar a estos grupos".