El subsecretario del Interior de Chile, Manuel Monsalve, confirmó que el gobierno inició los trámites para solicitar la extradición del dirigente de la comunidad indígena mapuche, Facundo Jones Huala, prófugo de la justicia de ese país que fue capturado en la madrugada de hoy lunes, 30 de enero, en Argentina.
Jones Huala fue arrestado en un operativo policial realizado “en una vivienda de la localidad de El Bolsón”, a 1.700 km al sudoeste de Buenos Aires, según la página web de la cartera. “Nos interesa que no haya impunidad, en éste ni en ningún caso y, por lo tanto, queremos que sea extraditado para que cumpla la condena que corresponde”, dijo Monsalve a la prensa en Santiago.
“La detención del líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), quien se encontraba prófugo de la Justicia de Chile desde febrero de 2022, se produjo tras varios meses de investigaciones”, dijo el Ministerio.
Tras recibir una llamada de alerta de una vecina de la zona, la Policía se ha desplazado hasta el lugar, donde han encontrado al líder mapuche en notorio estado de embriaguez y vestido con ropa de mujer, según recoge el diario argentino El Clarín.
Jones Huala había sido condenado a seis años de prisión, tras ser hallado culpable de tenencia de armas de fuego e incendiar la casa del cuidador de una estancia de Río Bueno, en el sur de Chile, hace una década.
Por su parte, la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, confirmó que las autoridades argentinas se encuentran ya en trámites para poder iniciar cuanto antes el proceso de extradición de Huala hacia Chile.
Una Corte de Apelaciones le había concedido la libertad, pero la Corte Suprema ordenó de nuevo su encarcelación, a raíz de la cual se giró en Interpol un alerta azul de arresto. El activista estaba en el interior de una vivienda en La Esperanza, cerca de la precordillera de Los Andes. Fuentes oficiales dijeron que estaba ebrio y que no opuso resistencia.
Decenas de miles de mapuches reclaman la devolución de tierras y bienes de sus ancestros, miembros de un pueblo originario establecido en ambos lados de la Cordillera, en jurisdicción actual de los estados de Chile y Argentina.
Violencia inédita en Chile con dirigentes indígenas
En el mes de noviembre del año pasado, el presidente de Chile, Gabriel Boric, realizó su primera visita tras ocho meses de gobierno a la región de la Araucanía, una zona en conflicto con indígenas mapuches, donde calificó de “terroristas” los ataques recientes.
De acuerdo con El Mercurio de Chile, la visita oficial del Presidente se llevó a cabo con 300 carabineros que lo escoltan, un perímetro de seguridad especial y el vuelo de varios drones que blindan su seguridad, todo gracias a que dos días antes de su llegada a la región, se presentó una serie de atentados con incendios de cabañas, una escuela recién inaugurada y una iglesia, además de cortes de rutas en zonas rurales.
“Son unos cobardes. Los vamos a perseguir con toda la ley. ¿A qué me recuerda la quema de la escuela y la iglesia? Me recuerda a cuando en la década de 1930 los nazis quemaban las sinagogas. La escuela me recuerda cuando en septiembre de 1973 la Dictadura Militar quemaba libros”, dijo Boric al ser consultado sobre los ataques en La Araucanía.
Al finalizar el año pasado, se presentó en la zona una escalada de violencia inédita, y con arrestos recientes de policías vinculados al tráfico de armas y a mafias de robo de madera de la rica industria forestal, en la Araucanía hay zonas en que dirigentes indígenas radicalizados no permiten el ingreso a nadie ajeno a su pueblo.
Fue el caso en Temucuicui, localidad rural donde se dirigía la entonces ministra del Interior, Izkia Siches, dos días después de la asunción en marzo del presidente Boric, cuando su comitiva fue amedrentada con balazos al aire.
Con información de Europa Press y AFP*