Las autoridades de China han abogado este jueves por resolver mediante “negociación y diálogo” la crisis en la península de Corea, después de que Pyongyang haya llevado a cabo decenas de ensayos balísticos durante los últimos meses, una cuestión que ha hecho saltar todas las alarmas en los países de la región.

A medida que Corea del Sur y Estados Unidos prolongan sus ejercicios militares conjuntos en la zona, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Zhao Lijian, ha señalado que “salvaguardar la paz y estabilidad en la península forma parte del interés común” y ha incidido en que para ello son fundamentales el diálogo y las conversaciones entre las partes.

“Esperamos que las partes hagan frente a las principales causas del problema en la península de Corea, se enfrenten unos a otros y creen condiciones para reanudar un diálogo significativo”, ha manifestado Zhao.

En relación con la posibilidad de reforzar las sanciones impuestas contra Corea del Norte, se ha limitado a puntualizar que Pekín “ha desempeñado siempre un papel constructivo en esta materia, recomendando la reconciliación y facilitando el diálogo”. No obstante, ha señalado que “el contexto y las raíces de la situación actual están claros”.

Entre tanto, Estados Unidos condenó el lanzamiento de misiles de Corea del Norte hacia el mar de Japón.

El Departamento de Estado de Estados Unidos condenó este miércoles el lanzamiento por parte de Corea del Norte de un misil de medio alcance hacia el mar de Japón, asegurando que es una “clara violación de las múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”.

“Este lanzamiento es una clara violación de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y demuestra la amenaza que suponen los programas ilegales de armas de destrucción masiva y misiles balísticos de Pyongyang para sus vecinos, la región, la paz y la seguridad internacionales”, aseveró el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en un comunicado.

Según Estados Unidos, esta acción subraya la necesidad de que todos los países apliquen “plenamente” las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU relacionadas con Corea del Norte, cuyo objetivo es “prohibir a este país la adquisición de las tecnologías y los materiales necesarios para llevar a cabo estas pruebas desestabilizadoras”.

“Junto con la comunidad internacional, pedimos a Corea del Norte que se abstenga de realizar más provocaciones y que entable un diálogo sostenido y sustantivo. Nuestros compromisos con la defensa de Corea del Sur y Japón siguen siendo férreos”, ha agregado el Departamento de Estado en la misiva.

Corea del Sur y Japón también han condenado el lanzamiento de los misiles, asegurando que son “un desafío claro y serio para la comunidad internacional”.

Estos lanzamientos tienen lugar un día después de que Corea del Norte lanzase casi una veintena de proyectiles hacia el mar de Japón, de los cuales uno sobrevoló la línea de demarcación marítima entre las dos Coreas por primera vez desde la guerra entre ambos países, haciendo saltar las sirenas antiaéreas en una de las islas surcoreanas.

La ofensiva por parte del Pyongyang escala aún más las tensiones en la región, después de que en las últimas semanas Corea del Norte haya lanzado decenas de misiles balísticos en ensayos prohibidos por resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, en respuesta a las maniobras militares estadounidense-coreanas que considera un ensayo de invasión.

Hace una semana, Estados Unidos, Japón y Corea del Sur advirtieron que un ensayo nuclear norcoreano desencadenaría “una respuesta de una fuerza sin precedentes” y se comprometieron a mantener la unidad ante las múltiples pruebas armamentísticas de Pyongyang.

Durante unas reuniones en Tokio, los viceministros de Relaciones Exteriores de los tres países también prometieron reforzar sus capacidades de disuasión en la región.

*Con información de Europa Press y AFP