Al brote del coronavirus es difícil encontrarle un impacto positivo, pero lo tiene y está relacionado con la disminución de la contaminación en un país que varias veces ha emitido alertas rojas por cuenta de los niveles de toxicidad en el aire que respiran sus habitantes Según un informe de Carbon Brief, organización que estudia la crisis climática, las restricciones sociales impuestas en China a raíz de la propagación del virus han sido útiles para mejorar en lo ambiental. La analista Lauri Myllyvirta, del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio, firma el estudio e indica que "es probable" que las medidas para contener el coronavirus "hayan eliminado una cuarta parte o más de las emisiones de CO2 del país en las últimas dos semanas". En el mismo periodo de 2019, dice el informe, China lanzó alrededor de 400 millones de toneladas de CO2.
Esto podría ser el resultado de la disminución del 15% a 40% en la producción en sectores industriales. Cantidad que en condiciones normales sería muy difícil de conseguir en China debido a la gran infraestructura manufacturera que tiene, sumado a que en esta época del año, luego de fiestas tradicionales, los niveles de contaminación suelen aumentar. "El análisis inicial de la Agencia Internacional de Energía y la Opep sugiere que las repercusiones del brote podrían reducir hasta un medio por ciento de la demanda mundial de petróleo en enero-septiembre de este año", dice el documento. Niveles de energía por los suelos Las vacaciones de fin de año tienen un impacto significativo a corto plazo en la demanda de energía, la producción industrial y las emisiones, cada año en China. Sin embargo, cuando el gobierno prolongó la temporada por cuenta del coronavirus, la generación de energía a carbón cayó más de lo esperado (50%) días después del Nuevo Año Chino. "La caída habitual en el uso de energía se ha prolongado en 10 días hasta ahora, sin signos de rebote".
Del 3 al 16 de febrero de 2020, el consumo promedio de carbón en las centrales eléctricas cayó a un mínimo de cuatro años. Mientras las tasas de operación de la refinería en la provincia de Shandong, el principal centro de refinación de petróleo del país, muestran los datos más bajos desde 2016.
Desde el 10 de febrero, los indicadores de plantas de energía de carbón, altos hornos, coquización, productos de acero y refinerías chinas decayeron aún más cuando el gobierno autorizó la apertura de las industrias después de las fiestas.
"Hay confirmación de la reducción de las mediciones satelitales de NO2 por el uso de combustibles fósiles. El NO2 es un contaminante del aire estrechamente asociado con la quema de combustibles fósiles. En la semana posterior a las vacaciones del año nuevo chino 2020, los niveles promedio fueron 36% más bajos que en China en el mismo período de 2019, como se ilustra en los paneles de la derecha a continuación", dice el informe.
La disminución de contaminantes, aunque parezca un alivio, podría durar poco tiempo puesto que "China tiene una sobrecapacidad muy importante en todas las principales industrias emisoras de CO2". Por esta razón, la analista Myllyvirta afirma que, después de pasar la crisis del coronavirus, el país podría incluso aumentar sus niveles de contaminación atmosférica de forma abrupta. Todo dependerá de la demanda en productos que se genere en los próximos meses en China. Lea aquí el informe completo.